A fines de 2013 habían sólo sonrisas entre Hyundai, empresa encargada de la construcción del Puente Chacao, con representantes del Gobierno que era presidido por Sebastián Piñera.
Las gestiones eran lideradas por la ministra de Obras Públicas de la época, Loreto Silva, quien fue la cara visible del megaproyecto y defendió la iniciativa de los ataques de la oposición.
Pero hoy la extitular de la cartera es parte de la otra cara de la moneda en la actual pugna entre los coreanos y el MOP: es socia de la firma de abogados Bofill Escobar Silva, la misma que representa a Hyundai en contra del Estado chileno.