Reforma Previsional: Gobierno le quita presión a los plazos apuntando a un acuerdo transversal

La ministra Jara insistió en que la fecha de ingreso de la Reforma Previsional es secundaria, resaltando la importancia de tener un proyecto sólido en lo técnico que genere un respaldo transversal del Congreso. 


La reducción de los pensionados por debajo del salario mínimo despierta dudas, por lo que la oposición pidió al Ejecutivo "revisar los números". Mientras, el oficialismo apuntan al fin del modelo actual.

Se espera que dentro de los próximos 10 días arribe finalmente al Congreso la reforma previsional, postergada en su ingreso por un intenso trabajo pre-legislativo y el debate abierto sobre los detalles que se han ido conociendo de la iniciativa.

Ese trabajo, realizado principalmente por el subsecretario de Previsión Social, Cristian Larraín, ha traído impresiones dispares.

Para algunos, un aprendizaje de lo que fue la falta de diálogo previo en la reforma tributaria; para otros, un proceso que ya encontró su límite y debe terminar.

La ministra del Trabajo, Jeanette Jara, dice que la espera no es lo más relevante, ya que el objetivo del Gobierno es un buen diseño técnico y un acuerdo político transversal.

Los focos de controversia son variados, comenzando con la repartición del 6% de cotización adicional con cargo al empleador, pasando por la heredabilidad, la tasa de reemplazo y el umbral de personas que aumentaría sus pensiones por sobre el sueldo mínimo.

 


Oposición asegura que al Gobierno “no le dan los números”

La semana pasada, el subsecretario Larraín aclaró en El Mercurio la controversia por las tasas de reemplazo, es decir, al paso del sueldo del trabajador a su pensión, en que se superaría el salario del trabajador.

La autoridad de Gobierno dijo que las modelaciones no buscan, ni pueden, estimar una cifra exacta de su pensión en comparación con su sueldo.

Al respecto, el diputado de Renovación Nacional, Frank Sauerbaum -parlamentario que el Gobierno reconoce como una posición dura en las conversaciones- dice que esto sería absurdo y que al Ejecutivo “no le están dando los números”.

La Moneda reconoce en una cifra, una microfísica del problema mayor: un 73% de los pensionados recibe menos del salario mínimo.

Se supone que con la PGU se llegará a los 250 mil pesos y con eso, la línea de la pobreza estará superada al 100 por ciento.

El diputado PPD, Héctor Ulloa, valoró que la segunda línea, que es la del salario mínimo, va a traer como resultado que de ese 73%, la cantidad de personas que están por debajo del sueldo mínimo bajará al 50%.

 


Undurraga pide ingresar luego la reforma previsional
El presidente de la Comisión de Trabajo, Alberto Undurraga, reconoce cierto cansancio con esta discusión incompleta.

Por ejemplo, el modelado que lleva a reducir en 23 puntos los pensionados bajo el salario mínimo, está pensado en un escenario en donde el 6% de capitalización va entero al componente solidario.

No obstante, para cuando se despache a ley la reforma, hay un reconocimiento transversal de que eso no será así.

Por lo mismo, Undurraga pide que ingrese la reforma cuanto antes, porque una cosa es escuchar las cifras y las proyecciones, pero una muy distinta es el cálculo para llegar ahí.

Por lo mismo, tenerlo a mano será fundamental para definir posturas, indicó.

Apruebo Dignidad pide terminar con el actual modelo
En Apruebo Dignidad respaldan estos objetivos centrales: Mejorar la tasa de reemplazo y reducir el universo de pensiones bajas por vía de un sistema concentrado en lo colectivo.

También dicen que la PGU necesita fortalecerse y para hacerlo, necesita de la reforma tributaria.

El diputado independiente de Revolución Democrática, Andrés Giordano, dice que también se necesita una oposición que no se resista a las reformas y no defienda a rajatabla el modelo actual.

En las fuerzas oficialistas hay al menos, una tranquilidad que en la reforma tributaria ha costado tener. En la Comisión del Trabajo habrían 7 votos para apoyar la propuesta final del gobierno y el grueso de los elementos debería terminar saliendo de esa comisión sin perder el sentido de la reforma.

Ya existe la sensación de que el verdadero desafío será el segundo trámite, a pesar de que entremedio vendrán muchos capítulos de disputa: La Comisión del Trabajo del Senado tiene actualmente mayoría de oposición.

Así las cosas, el Gobierno y sus fuerzas esperan llegar hasta ese punto, habiendo hecho la menor cantidad de sacrificios posibles.

 

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