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Si bien dicen ver amenazada la patria, lo cierto es que están viendo amenazada la idea de lo que consideran los “valores” en los que debería fundamentarse esa patria y esa ilusa “libertad” en la que nadie es libre.
Sebastián Izquierdo Almarza se ha hecho conocido en las redes sociales por liderar un movimiento que se llama Capitalism
Quién es Juan Sebastián Izquierdo Almarza. Quién es Sebastian Izquierdo. Quién es Sebastian Izquierdo Almarza. se ha hecho conocido en las redes sociales por liderar un movimiento que se llama Capitalismo Revolucionario. La primera vez que apareció en el mapa del debate político, fue cuando aparecía en fotos con José Antonio Kast luciendo poleras en las que se mofaba de las personas que fueron lanzadas al mar en dictadura.
ACTUALIZADO: REPORTAJE CANAL 13 A SEBASTIAN IZQUIERDO
CANAL DE YOUTUBE DE SEBASTIAN IZQUIERDO: https://www.youtube.com/channel/UC6RRjGoxED93DOd7i9Kj79Q
Capitalismo…¿revolucionario? Sebastián Izquierdo Almarza. Quien es Sebastián Izquierdo Almarza
La diatriba de Sebastián Izquierdo parece ir en aumento a medida que el tiempo transcurre. Parece muy resuelto y, la verdad de las cosas, con el ánimo de aquel que sabe lo que está haciendo y que no le va a costar nada. Ni siquiera una reprimenda o una citación al juzgado. Ni pensar en ir a prisión. Todo esto, a vista y paciencia de cientos de seguidores y millones de usuarios de las Redes Sociales.
Octubre de 2019 parece no haber terminado para la sociedad chilena. Han sido los ochenta días muy controversiales de nuestra historia republicana moderna. Lejos parece verse el epílogo de esta gesta social que ha cobrado muertes, heridos (muchos de ellos con daños permanentes), detenidos y torturados.
Sin embargo, la clase política chilena parece que hasta ahora ese estado de cosas no le hacen mella a sus propósitos iniciales. A tan sólo 48 horas de haber sido sorprendido en un restaurant de Vitacura celebrando el cumpleaños de su nieto con trozos de pizza, un Sebastián Piñera que aún se percibe desconcertado, sin el sentido republicano que la sociedad espera, decide declarar la guerra a su pueblo. A ese mismo pueblo que, de una u otra forma, el grupo social al que realmente representa (los grandes empresarios y multimillonarios) ha decidido arrinconar económicamente mientras arrebata sus derechos laborales y previsionales, derechos de acceso a la cultura, a la educación, a la salud… y en general, cada campo en lo que la gente ha levantado la voz para exigir justicia.
No obstante lo enumerado antes, la reacción ante tamaña declaración de guerra no surtió el efecto esperado. Convengamos que eso ha sido una gran suerte, de lo contrario el desastre humanitario sería aún mayor en Chile. Las violaciones a los Derechos Humanos han sido constantemente denunciados por organismos internacionales y en Chile, a través del INDH, se han documentado tales atropellos. Tanto en el modo de operar de los agentes del Estado como en el corazón del gobierno (Ministerios del Interior y Secretaría General de Gobierno, entre otros) ha habido acciones sistemáticas: los primeros en sus procedimientos y los últimos, en sus declaraciones que niegan lo que está pasando en Chile.
Sin embargo, este llamado a un eventual combate armado y patrocinado por el gobierno contra el estallido social ha tenido ecos en otros grupos que, hasta este momento, han dejado los roles protagónicos más ecuánimes y equilibrados para sumergirse en una seudo clandestinidad de tipo guerrillera. En el fondo, la propaganda -o autobombo, según quiera verlo el lector- de estos grupos pasa de un perfil filosófico al activismo en terreno.
En esta ocasión haremos la verdadera reseña de uno de ellos: Capitalismo Revolucionario.
Quién es Sebastian Izquierdo
Hoy, ante la efervescencia de lo que sucede en las calles, Izquierdo sigue siendo parte del comidillo twittero. Junto a un grupo de personas, ha decidido ponerse cascos, andar por palos y salir a golpear a gente que está a favor de una nueva Constitución y que ose aparecer por las marchas del Rechazo. Es decir, ha decidido aplicar la ideología de la “autodefensa”, esa que dice ser una reacción ante el ataque de otros, pero que realmente es una acción premeditada, una manera de relacionarse con el otro que está pensada desde que se sale a la calle armado.
De esa ideología fue víctima Rafael Cavada el sábado recién pasado en Providencia. Sin que mediara una provocación -más allá de estar en una marcha de personas que rechazan una nueva Constitución-, el periodista fue atacado por un grupo de personas que creían ser algo así como guerreros, y que andaban con cascos y escudos que no pretendían escudarlos a ellos ni a otros de balines o bombas lacrimógenas, sino de otras personas desarmadas o que lucieran amenazantes.
Esta idea de Chile o de una sociedad, no es más que la eterna paranoia de la amenaza permanente. Quienes salían a las calles ese día parecían no querer algo hacia el futuro, sino que perpetuar el presente no solo del país, sino que de sus vidas personales. Porque eso era lo que creían en juego: sus vidas, sus pertenencias y una supuesta libertad que la ven en el adquirir.
La pregunta que ha rondado por estos meses ha sido si es válido ejercer la violencia para pedir cambios. La que debería entrar en el debate hoy es si ésta puede desatarse con tal de defenderse de un enemigo que ha estado en las cabezas de muchos por varios años sin que siquiera se haya manifestado, y si la destrucción de locales o infraestructura pública puede combatirse agarrando a palos a cada persona que represente lo que la ideología de la “autodefensa” identifica como peligro.
Aunque haya a quienes les parezca menos importante la violencia que surge desde la reacción, lo cierto es que esta no nace desde la marginalidad ni la carencia, sino desde la idea de mantener privilegios, pequeños o grandes, aunque no sean más que una ilusión financiada por los créditos a largo plazo. Si bien dicen ver amenazada la patria, lo cierto es que están viendo amenazada la idea de lo que consideran los “valores” en los que debería fundamentarse esa patria y esa ilusa “libertad” en la que nadie es libre.
Y el problema con esto es que creen estar del lado correcto de la historia; no se están manifestando en contra de algo que consideran injusto, sino que creen ser los salvadores de algo, los guardianes de un relato que, debido a que ellos no empezaron, les parece más válido, más “decente”. Y no hay nada más peligroso que decirse representantes de la “decencia”, de la “pureza”, y fundamentar su odio sobre la base del “tú me provocaste”. Porque esa es la ley de la selva vestida y edulcorada con frases que tratan de camuflar la violencia de la idea del ”sálvese quien pueda” .
Sebastián Izquierdo y todos quienes dicen ejercer violencia desde la defensa, a diferencia de lo que se cree, no son custodios de nada más de que sus obsesiones ideológicas. Por más que se diga que son la respuesta a algo, son más bien el fracaso de una democracia que no pudo desarticular un sentimiento que no murió con la dictadura y que se fortaleció bajo la premisa de una supuesta “diversidad de puntos de vista” que debían ser respetados. Y no. Hay actitudes fascistas que no son simples puntos de vista. Son un atentado en contra de todo raciocinio medianamente democrático.
Biografía y Perfil de Sebastián Izquierdo Almarza. Quién es Sebastian Izquierdo
Ir a este movimiento implica necesariamente revisar la historia de su fundador: Juan Sebastián Izquierdo Almarza. Si bien la declaración de principios -o manifiesto, si es que se desea usar el lenguaje más «guerrillero»- data de 2016, las apariciones de Izquierdo son de a lo menos unos 10 años atrás.
Sus orígenes mediáticos datan de 2006, específicamente para el velatorio de Augusto Pinochet. En dicha ocasión fue fotografiado por varios medios haciendo el saludo nazi ante el ataúd del tirano en la Escuela Militar. Para entonces, Izquierdo no pasaba de los 18 años.
Posteriormente Juan Sebastián Izquierdo Almarza desapareció de la escena mediática masiva por bastante tiempo, mas no bajó los brazos por inculcar su ideología de extrema derecha. Se sabe que estudió en el DUOC: prueba de ello es una denuncia hecha por una estudiante en la que dice que Sebastián anda permanentemente armado… con un cuchillo. Menudearon en su juventud encuentros con grupos pro nazis de menor interés público. Por lo mismo desconocemos los resultados de aquellas reuniones, aunque lo más probable es que hayan influenciado aún más sus ideologías fascistas.
Izquierdo viene de una familia más ultraconservadora que neoliberal: tanto él como sus hermanos ostentan nombres bíblicos, mientras que su padre se ve en un video de YouTube (anunciando la detención de su hijo por porte de arma blanca a fines de 2019) delante de un crucifijo y la imagen de un santo. Lo anterior no impide al joven «revolucionario» a emprender una tarea tan compleja como árida: establecer un movimiento que ayude a expandir su idea sobre el neoliberalismo.
El año 2017 parece ser de gran auge para Sebastián Izquierdo, en parte porque ya lleva un año madurando el movimiento, pero además porque se inicia la campaña presidencial de José Antonio Kast. Tanto el exparlamentario como sus adherentes deben plasmar la grotesca campaña de Redes Sociales, copada de cuentas bots que permiten dar cierta resonancia a sus mensajes, a la vida real. El resultado ha sido menos que regular, aunque los votos de Kast permiten a Piñera alcanzar la victoria en la segunda vuelta presidencial.
Teniendo una votación de un 7,93% (523.213 votos) en un sistema de voto voluntario, al que están inscritos 14.347.288 votantes, al ahora excandidato de la ultra derecha criolla no le quedó más remedio que comenzar su nueva campaña cuanto antes. Y es así como en marzo de 2018, tanto Kast como sus sicofantes inician campañas a diversas partes de Chile. Alguien convenció al blondo político que ir a la Universidad Arturo Prat en Iquique podía ser un buen comienzo. El resultado: Kast fue golpeado y expulsado del campus por los mismos estudiantes detractores del fascismo.
Este tipo de reacciones espontáneas de la gente fueron capitalizadas por los movimientos y grupos menores de ultra derecha, como al que pertenece Capitalismo Revolucionario. A estas alturas, Sebastián Izquierdo había convocado a una piropotón, en abierto desafío a la ordenanza municipal de Las Condes donde se prohíbe hacer insinuaciones de carácter sexual a mujeres en la vía pública. Para evitar un bochorno mayor, Izquierdo junto a sus 5 convocados desistieron de su performance. Asimismo, protagonizó un altercado con miembros de la CUT, lo cual fue documentado por el diario electrónico El Dínamo.
Poco antes de eso, el líder de Capitalismo Revolucionario se aseguró la atención mediática que su movimiento se merecía (o decía merecer): se hizo de un stock de poleras («Pinochet Helicopter Tours»), las cuales fueron exhibidas en un encuentro que José Antonio Kast tuvo con sus adherentes. Tanto el sitio web donde se comercializaban como el mismo excandidato salieron a desmarcarse de tal implemento.
Pero la pérdida no fue tanta para Izquierdo: aseguró una amplia cobertura en The Clinic, Publimetro e incluso El Desconcierto. En este último periódico digital, aseguró sin preámbulos que el Frente Nacionalista Patria y Libertad (disuelto a dos días de haberse concertado el Golpe de Estado en Chile) era un movimiento de izquierda. Sí, así es: de izquierda.
Si contextualizamos los hechos sociales que van ocurriendo en Chile, el teatro de acciones de Capitalismo Revolucionario tiene como escenario el estallido feminista en nuestro país. Y es en una de esas marchas donde comienzan las acciones más violentas de este grupo: llaman a acosar derechamente a quienes participen en las protestas.
Para fines de 2018, Sebastián Izquierdo ha abandonado definitivamente la cara más festiva de su movimiento y sobre todo de sí mismo, donde se identifica a sí mismo como «facho pobre» o identifica a grupos de extrema derecha como izquierdistas. Durante 2019, a través de su grupo, sufre la metamorfosis total. O, por lo menos, una sinceración de sus propósitos.
Durante agosto y septiembre, los grupos más radicales deciden explotar la veta de la inmigración y la creciente disconformidad de las masas respecto a la situación del país: a través del desempleo o de una creciente incertidumbre económica. Vemos ya los primeros indicios del estallido: en Mayo de 2019, movimientos sociales confluyen en la Plaza de la Dignidad para ejercer su libertad de manifestación a través de la consigna #NosCansamos. Miles de personas asisten a aquella manifestación.
En Agosto les tocaba el turno a la extrema derecha, la que decidió que era hora de poner de manifiesto su poder de convocatoria. En las convocatorias por parte de su movimiento, Sebastián Izquierdo llama a marchar con armas. La intendenta -a esas alturas- Karla Rubilar negó la autorización, por no reunir las condiciones de seguridad necesarias. Ante el conflicto suscitado sin necesidad, Izquierdo emite un comunicado bastante confuso, deshaciéndose de la convocatoria. Más tarde, no participó en la de la marcha de septiembre, pero no importaba mucho: se contaron menos de 100 personas en aquella concentración del 7 de septiembre. Izquierdo, en su canal de Youtube, explicó las razones.
40 días después de eso, Chile hace crisis. Sebastián Izquierdo, también.
Quién es Sebastian Izquierdo.
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