Día de furia en Providencia: habla conductor del camión que embistió a vehículo menor

Arturo Beltrán Guajardo, ese es el nombre del dueño del camión de carga marca Chevrolet, modelo NPR 816, que el lunes a las 19:30 horas en calle José Miguel Infante, comuna de Providencia, protagonizó una “pelea” entre vehículos que dejó atónitos a los transeúntes que en ese momento caminaban por la parte posterior del Hospital del Salvador.


La Unidad de Investigación de Radio Bío Bío se contactó telefónicamente con Beltrán Guajardo quien reconoció que era él quien conducía el vehículo pesado que impactó en, al menos, cinco oportunidades a un furgón utilitario.

Los hechos, según testigos, comenzaron cuando el vehículo menor pasó a llevar una esquina del camión, quien presta servicios para una empresa de fletes y mudanzas en la región Metropolitana. Desde ese momento, lo que parecía un accidente de tránsito normal en horario punta terminó transformándose en una escena de una serie policial.

Tras el impacto en uno de los espejos laterales del camión, Arturo Beltrán decidió acelerar la máquina de forma directa contra el utilitario. Inmediatamente los ocupantes del vehículo chocado, premunidos de objetos contundente, comenzaron a golpear el camión lo que llevó a que lejos de detener la máquina volviera acelerar e intentar chocar al conductor del vehículo menor, como se evidencia en las imágenes captadas por teléfonos celulares.

Pero no solo el utilitario sufrió daños, también Arturo Beltrán estrelló su camión contra un poste que estático presenciaba la performance. Y siguió. Su furia no terminó -según quedó registrado en videos- hasta que dejó prácticamente destruido el furgón utilitario.

“El miedo”

Al otro lado de la línea, y ante la pregunta de qué fue lo que le pasó, Beltrán comienza a narrar los hechos desde su vereda. Dice que todo comenzó desde que tomó la calle José Miguel Infante, a la altura de una bencinera, recuerda, momento en el que el furgón utilitario retrocedía.

“Ellos venían marcha atrás por la calle, (…) venían rápido en reversa, y yo doblé y nos topamos. Como que me cambié de pista y nos pasamos a llevar”, dice.

Relata que fue la parte delantera de su camión la que primero fue colisionada. Acto seguido, uno de sus pionetas sostiene un conato verbal con uno de los integrantes del vehículo liviano.

“Cuando nos topamos, mi pioneta cruzó unas palabras con él y los muchachos se bajaron con unos palos, con unos fierros gigantes (…) me quebraron el vidrio retrovisor, empezaron a tirar fierros adentro del camión, así como puntazos”, señala.

En efecto, en las imágenes se ve que los ocupantes del furgón utilitario intentan defenderse -inocentemente- con palos de la máquina, la que Beltrán les tiraba una y otra vez encima. También se aprecia -en un pasaje- que le arrojan el mismo elemento a la altura de la ventana del copiloto.

Era una pelea.

“Y entonces yo, en ese momento, como que me alejé y me acerqué con todo para defenderme porque igual se veía peligroso y ya después, lo que pasó después, sale todo ahí en los videos”, narra.

Testigos del hecho relataron que la pelea se inició a la altura de la calle Eleodoro Yáñez, cuando el vehículo menor “se le metió” al camión, lo cual provocó un “roce” entre ambos. Lo que siguió después fue la furia de un conductor que no quedó satisfecho hasta dejar al furgón utilitario en paupérrimas condiciones.

Lo que sí deja en claro en todo momento Beltrán es que “ellos nos chocaron en primera instancia”. Pero, ¿por qué esa reacción? Arturo dice que el miedo fue el sentimiento que lo llevó a comportarse de esa forma.

“Tenía miedo. No vio los sables, después me atravesaba un sable. Cuando pasó una punta de uno a través del parabrisa casi me llega a mí en el cuerpo, entonces no sabía qué hacer”, relata.

Al momento de la intervención policial no se pudo dar con los documentos del camión de Beltrán. Este aclara que los papeles sí están y que no pudo dar con ellos por la “alta tensión” del momento. También rectifica que sí cuenta con licencia de conducir, y que fue su contraparte en el incidente el que no la tenía.

Al preguntarle qué piensa del video, Arturo, con voz entrecortada, dice que aún no se ha preguntado eso porque está abocado a arreglar su situación laboral. Presta servicios en una empresa de fletes y mudanzas. El camión, eso sí, está a su nombre en el registro de vehículos motorizados y en Dicom.

Viralizadas las imágenes, la alcaldesa de Providencia, Evelyn Matthei, salió al paso y condenó sin tabúes lo ocurrido, tildando de criminal la actitud del conductor del camión.

“Cuando uno mira el video no puede creer la locura que estamos viviendo en Santiago. (…) La verdad es que una conducta criminal que uno no puede entender ”, dijo.

Finalmente, ambos fueron detenidos por carabineros y trasladados hasta la 19º Comisaría de Providencia. Fue, literalmente, un día de furia.


Tras el impacto en uno de los espejos laterales del camión, Arturo Beltrán decidió acelerar la máquina de forma directa contra el utilitario. Inmediatamente los ocupantes del vehículo chocado, premunidos de objetos contundente, comenzaron a golpear el camión lo que llevó a que lejos de detener la máquina volviera acelerar e intentar chocar al conductor del vehículo menor, como se evidencia en las imágenes captadas por teléfonos celulares.

Pero no solo el utilitario sufrió daños, también Arturo Beltrán estrelló su camión contra un poste que estático presenciaba la performance. Y siguió. Su furia no terminó -según quedó registrado en videos- hasta que dejó prácticamente destruido el furgón utilitario.

“El miedo”

Al otro lado de la línea, y ante la pregunta de qué fue lo que le pasó, Beltrán comienza a narrar los hechos desde su vereda. Dice que todo comenzó desde que tomó la calle José Miguel Infante, a la altura de una bencinera, recuerda, momento en el que el furgón utilitario retrocedía.

“Ellos venían marcha atrás por la calle, (…) venían rápido en reversa, y yo doblé y nos topamos. Como que me cambié de pista y nos pasamos a llevar”, dice.

Relata que fue la parte delantera de su camión la que primero fue colisionada. Acto seguido, uno de sus pionetas sostiene un conato verbal con uno de los integrantes del vehículo liviano.

“Cuando nos topamos, mi pioneta cruzó unas palabras con él y los muchachos se bajaron con unos palos, con unos fierros gigantes (…) me quebraron el vidrio retrovisor, empezaron a tirar fierros adentro del camión, así como puntazos”, señala.

En efecto, en las imágenes se ve que los ocupantes del furgón utilitario intentan defenderse -inocentemente- con palos de la máquina, la que Beltrán les tiraba una y otra vez encima. También se aprecia -en un pasaje- que le arrojan el mismo elemento a la altura de la ventana del copiloto.

Era una pelea.

“Y entonces yo, en ese momento, como que me alejé y me acerqué con todo para defenderme porque igual se veía peligroso y ya después, lo que pasó después, sale todo ahí en los videos”, narra.

Testigos del hecho relataron que la pelea se inició a la altura de la calle Eleodoro Yáñez, cuando el vehículo menor “se le metió” al camión, lo cual provocó un “roce” entre ambos. Lo que siguió después fue la furia de un conductor que no quedó satisfecho hasta dejar al furgón utilitario en paupérrimas condiciones.

Lo que sí deja en claro en todo momento Beltrán es que “ellos nos chocaron en primera instancia”. Pero, ¿por qué esa reacción? Arturo dice que el miedo fue el sentimiento que lo llevó a comportarse de esa forma.

“Tenía miedo. No vio los sables, después me atravesaba un sable. Cuando pasó una punta de uno a través del parabrisa casi me llega a mí en el cuerpo, entonces no sabía qué hacer”, relata.

Al momento de la intervención policial no se pudo dar con los documentos del camión de Beltrán. Este aclara que los papeles sí están y que no pudo dar con ellos por la “alta tensión” del momento. También rectifica que sí cuenta con licencia de conducir, y que fue su contraparte en el incidente el que no la tenía.

Al preguntarle qué piensa del video, Arturo, con voz entrecortada, dice que aún no se ha preguntado eso porque está abocado a arreglar su situación laboral. Presta servicios en una empresa de fletes y mudanzas. El camión, eso sí, está a su nombre en el registro de vehículos motorizados y en Dicom.

Viralizadas las imágenes, la alcaldesa de Providencia, Evelyn Matthei, salió al paso y condenó sin tabúes lo ocurrido, tildando de criminal la actitud del conductor del camión.

“Cuando uno mira el video no puede creer la locura que estamos viviendo en Santiago. (…) La verdad es que una conducta criminal que uno no puede entender ”, dijo.

Finalmente, ambos fueron detenidos por carabineros y trasladados hasta la 19º Comisaría de Providencia. Fue, literalmente, un día de furia.


¿Estrés pandémico en las calles?

El pasado 3 de marzo se cumplió un año desde que llegó a nuestro país el coronavirus. Y con él, aumentó el cansancio y el estrés de las personas. Así por lo menos lo reveló, en diciembre de 2020, un sondeo de la Mutual de Seguridad y Criteria, donde un 62% de los encuestados dijo sentir más cansancio y estrés.

Pamela Salvatierra, psicóloga clínica de la U. de las Américas y del Centro Integral Amanece, sostiene que “la pandemia ha incrementado sintomatología ansiosa, agresiva y depresiva”.

Al analizar el video de la “pelea entre autos”, la experta afirma que la actitud de Beltrán es “altamente desbordante emocionalmente”, y que presenta un “descontrol de impulsos bastante marcado”.

También vio las imágenes Carolina Silva, psicóloga clínica de psicologiachile.cl, quien fue categórica con el conductor del camión.

“Fue una explosión de ira, en el fondo, en contra de cualquier objeto, lo que fuera, con tal de destruirlo ante una frustración como la que se manifestaba en el conductor. Entonces, de alguna manera es una conducta violenta con alevosía, con ira, y que me da la impresión que no tenía que ver necesariamente con el conductor del otro automóvil”, sostuvo.

En 2017, el diario El Mundo de España publicó los resultados de un estudio que concluyó que “conducir estresado aumenta un 28% el riesgo de sufrir un accidente”.

La publicación, realizada por BP (empresa petrolera), Castrol (marca de lubricantes) y el Race (Real Automóvil Club de España), dedujo que conducir bajo los efectos del estrés disminuye un 12% la concentración, un 66% la capacidad de recordar el trayecto a realizar, un 20% la capacidad de ver las señales del tránsito, entre otras.

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