Padre de joven que murió baleado durante protesta en Curicó: El culpable se llama Sebastián Piñera

Su nombre, José Miguel Uribe, de 25 años, quien fue asesinado con un disparo en el sector de Aguas Negras en medio de manifestaciones tras el estallido social que ya se extendía a nivel nacional.


La madrugada del 22 de octubre una de las noticias que marcaba la jornada de protestas era la muerte de un joven en Curicó, que había sido baleado por un militar en un lugar donde no se había decretado Estado de Excepción, por lo que no debía registrarse presencia de personal del Ejército.

Su nombre, José Miguel Uribe, de 25 años, quien fue asesinado con un disparo en el sector de Aguas Negras en medio de manifestaciones tras el estallido social que ya se extendía a nivel nacional.

Con el paso de los días se comenzaban a confirmar algunos antecedentes, como que el disparo provino de un fusil del Ejército. En consecuencia, un militar se encontraba detenido acusado de homicidio.

Así, tras ser formalizado, incluso se conoció que el imputado contaba con una condena por robo con intimidación.

A más de 10 días de su muerte, sus padres hablaron con revista Sábado sobre la previa a la jornada donde su hijo fue baleado e indicaron también a quién sindican como responsable.

Su madre, Jacqueline Antipani, recordó que el 20 de octubre José Miguel la llamó para preguntarle si podía cuidar a su hijo, de menos de dos años, para poder ir a marcha junto a su pareja, Belén.

“Le dije que no podía, porque tenía un bingo. También le dije que para qué iba a andar leseando, que mejor se quedara en su casa, pero me contestó ‘no mamá, hay que ir, porque si no apoyamos, si nos quedamos sentados, las cosas no van a cambiar"”.

En tanto, con un país con varias ciudades con toque de queda y militares en las calles, el presidente Sebastián Piñera daba a conocer que para el gobierno, las protestas significaban una “guerra”.

Estamos en guerra contra un enemigo poderoso, implacable, que no respeta a nada ni a nadie (…) Tienen grados de organización, de logística, propia de una organización criminal”, aseguraba.

Al día siguiente José Miguel volvió a llamar a su madre por el mismo motivo.

“Le dije que llegaba a las 18:20 a mi casa, que lo pensara bien porque estaba quedado la embarrada. De ahí me dio a entender que le gustaría que yo lo apoyara, que él ya era grande y sabía cuidarse. Le insistí que regresaba a las 18:20 y él me dijo que se le habían quitado las ganas de ir, Me quedé con eso”.

Sin embargo, el joven asistió a la manifestación con amigos. Fue justamente uno de ellos quien al correr de los militares sintió un ruido, miró hacia atrás y vio a un hombre caído. Al ir por él, se dio cuenta que era su amigo, que había recibido un disparo.

El padre de José, Nelsón Uribe, describió lo que sintió al ver el cuerpo de su hijo:

Cuando vi a mi hijo pensé en la injusticia de la vida, porque a fin de cuentas es injusta la vida. Los cabros crecen y cuando ya han plateando una vida por delante, mira lo que pasa”.

Al ser consultado sobre si recibió algún llamado del Gobierno o del Ejército, aseguró que ninguno se contactó con la familia.

“No, ninguno de esos me dio sus condolencias. El único que ha estado presente es el alcalde de Curicó. Para mí, el que les dio poder a los militares es el culpable. Y el culpable de la muerte de mi hijo tiene nombre y apellido: se llama Sebastián piñera“.

Tras un silencio, agregó: “encuentro tan estúpido lo que pasó. No le encuentro sentido, eso es un descriterio tremendo”.

El homicidio de su hijo lo hizo hacer también una reflexión sobre la decisión de no participar de las elecciones: “ahora sí voy a votar… me di cuenta que no da lo mismo”.

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