Historia de Antonia Barra: Como se suicido, la historia de una violación que estremece a Chile.

Antonia Barra: la historia de una violación que estremece a Chile.

El estremecedor caso de la chilena Antonia Barra: la violaron, se quitó la vida y a su abusador le dieron domiciliaria


El estremecedor caso de la chilena Antonia Barra: la violaron, se quitó la vida y a su abusador le dieron domiciliaria.

La joven de 21 años fue atacada sexualmente en una cabaña de Pucón, al sur de Chile. La decisión de la Justicia ha causado indignación en la población trasandina.

Hay indignación en Chile por el arresto domiciliario a Martín Pradenas (28), un hombre acusado de violar a una joven de 21 años en septiembre de 2019 en la ciudad de Pucón, al sur del país vecino. La víctima se quitó la vida un mes después por las amenazas recibidas y los ataques que recibió al denunciar su calvario.

El abuso sexual ocurrió el 18 de septiembre pasado, cuando Antonia estaba con sus amigos en la región de Araucanía, en el marco de la celebración de Fiestas Patrias de Chile. La chica despertó en una cabaña con Pradenas encima de ella. Después de gritarle que se quitara de encima, Antonia se vistió y se fue.

La víctima guardó silencio durante semanas hasta que el 12 de octubre de 2019 llamó por teléfono su ex novio, Rodrigo Canario. En la llamada, que Canario grabó, Barra relató la agresión sexual de Pradenas. Pero Canario la tildó de “repugnante” y “cerda de mier...” y reenvió el audio al supuesto violador para advertirle.

Al día siguiente, Antonia mandó otro mensaje a Canario despidiéndose: ese día, la joven se suicidó.

Con el correr de los meses, se filtró en los medios un video en donde se ve a Pradenas tirando de Antoniaconduciéndola a la cabaña turística de éste en Pucón, pese a que ella opone resistencia. No obstante, Pradenas la toma de la mano e insiste en llevársela de la fiesta en la que estaban.

El 17 de julio pasado, el presunto abusador subió un video a YouTube y sostuvo su inocencia, alegando que el encuentro había sido consentido: “Con Antonia nos damos besos, nos abrazamos, y después nos vamos como personas normales”.

Cuatro días más tarde, inició el juicio contra Pradenas. Según informó La TerceraPradenas fue formalizado el martes pasado por cinco delitos de abuso sexual y/o violación, ocurridos entre 2010 y 2019: el caso de Barra era apenas el último de una seguidilla de denuncias contra el sujeto.

Finalmente, el juez de garantías de Temuco, Federico Gutiérrez, sobreseyó dos de los casos (un presunto abuso sexual en 2010 a una joven de 16 años y otro supuesto abuso sexual en 2014 a una mujer de 19) tras decretar su prescripción, ya que no había sentencia en relación a esas denuncias.

Marcha en Temuco para pedir justicia por la violación de Antonia Barra -
MARCHA EN TEMUCO PARA PEDIR JUSTICIA POR LA VIOLACIÓN DE ANTONIA BARRA - AGENCIA UNO

Mientras que el miércoles, el tribunal desestimó tres de los cuatro delitos que quedaban. En el caso de abuso a Antonia Barra, Gutiérrez dijo que “no es posible para el tribunal inferir privación de sentido e incapacidad de oposición que atribuye la fiscalía”. En cuanto a la denuncia por violación a una mujer en 2018, el juez indicó que los hechos narrados “parecen contradictorios”. Y en relación al abuso entre diciembre de 2012 y enero de 2013 a una niña de 13 años, dijo que “las versiones eran imprecisas y vagas”.

De esta forma, el magistrado rechazó la petición de prisión preventiva y decretó su arresto domiciliario total en una dirección reservada, además de la prohibición de salir del país y de acercarse a las víctimas.

Semejante decisión de la Justicia fue seguida en vivo por la web, con más de un millón de conexiones. También, un grupo de personas se trasladó a manifestarse a la casa de Pradenas, en Temuco, lo que derivó en la intervención de Carabineros.

Por su parte, la ministra de la Mujer, Mónica Zalaquett, indicó que “el caso de Antonia nos obliga a hacer una reflexión y una autocrítica como país. Las mujeres víctimas de violencia nunca son responsables de esa agresión”.

La vida después de Antonia


¿Cómo buscar justicia por una hija? Antonia se suicidó el 13 de octubre, después de contarles a sus amigas que había sido violada. Su familia se ha movilizado -en medio del estallido social- para saber qué ocurrió con ella.

El sol de la tarde iluminaba la esquina en la que levantaron un escenario improvisado. La reunión era afuera de la Catedral de Temuco. Un grupo de mujeres encapuchadas mostraba mensajes feministas pintados en el cuerpo. Alejandro Barra se veía emocionado. Lo habían invitado para hablar de su propia campaña.

Era 25 de noviembre, Día Internacional de la No Violencia Contra la Mujer y cerca de mil personas lo escuchaban.

-Lo que sucedió con mi hija es que pensaron que era una más. Mi hija no es una más, y nunca será una más. Mi hija será un ejemplo y será una consecuencia que llevaré toda mi vida para lograr apoyar a toda la gente que no tiene fuerzas de gritar. Ahí estaremos gritando por ellas. Por todas las Antonias de este país, por todas las mujeres que han sido violentadas y violadas. Agradezco la oportunidad que nos han dado.

El padre terminó su discurso y vio al coro de personas que no conocía gritando por su causa.

- ¡Justicia para Antonia! ¡Justicia para Antonia!

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Antonia Barra Parra se suicidó el 13 octubre. Tenía 20 años y vivía en Temuco. Lo hizo después de acusar a M.P.B. (27 años), a través de audios a amigas, de haberla violado en una cabaña en Pucón, el 18 de septiembre.

En su familia no imaginaban lo que estaba pasando. Antonia no dijo nada ni actuó de manera diferente. La única luz fue un mensaje de despedida que dejó a su expololo.

Esos audios son los elementos más importante para la investigación que lleva la Fiscalía Regional de La Araucanía, la que intenta esclarecer qué llevó a la niña a terminar abruptamente con su vida.

Han pasado casi dos meses desde que la tragedia entró al hogar de los Barra. En el living de la casa, ubicada en el barrio Las Encinas, instalaron una fotografía de ella, la cuarta de los cinco hijos. Aparece de perfil, su pelo rubio cayendo sobre sus hombros, chaqueta de cuero y jockey negro. También pusieron un mandala que regaló una amiga de la madre. Retrata a la niña caminando hacia la cordillera, al atardecer.

"Los recuerdos que tengo son esa sonrisa. Los sábados llegaba y le daba un beso en la frente. Lo que echo de menos son todos los días ese 'buen día, papá', '¿cómo estás?, ¿buena semana". Ella era la que se preocupaba de eso. Del saludo, de que todos estuvieran bien", dice Alejandro, comerciante y presidente de la Fundación Saber Crecer, que se dedica a ayudar a colegios vulnerables.

El fin de semana del 13 de octubre, Alejandro y su esposa habían viajado a Chillán. Venían de vuelta a casa cuando, una hora antes de llegar a Temuco, una de sus hijas llamó por celular. Contestaron y se enteraron de la muerte de su Antonia. Gritaron y quedaron en shock.

"Lo lógico es que uno apriete el acelerador..., pero bajé la velocidad. Empecé a pensar... que había pasado algo. Llegué y le dije a mi familia que algo había pasado. Que conocía a mi hija. Me metí a su celular y, efectivamente, había una conversación que manifestaba una duda. Empiezan a llegar los amigos y me cuentan (...). De ahí en adelante empezó este tema. Le dije a mi familia que me iba a preocupar por la justicia, que esto no se iba a quedar así", cuenta hoy, sentado en un sillón del living, bajo el retrato de su hija.

Enterarse del testimonio que había dejado Antonia fue un golpe durísimo para la familia. Implicó enterarse de situaciones que desconocían. Hoy, los cuatro hijos, la madre y el padre están siendo ayudados por un siquiatra. De a poco están intentando retomar sus vidas.

"Vivimos un duelo que jamás pensamos vivir, se nos fue nuestra Puchu, una mujer maravillosa, inteligente, simpática, amorosa, talentosa, bella por dentro y por fuera, te arrebataron de nuestro lado, de nuestro andar", escribió Carla, su hermana, en sus redes sociales.

El padre ha asumido la voz de la campaña por la búsqueda de justicia para la niña. "No me puedo mostrar como muy débil. Sigo siendo el pilar de esta familia y todos me tienen que ver así, lamentablemente. Mis penas las guardo", reconoce.

El resto de los hijos ha participado activamente de las campañas que se han levantado en redes sociales por justicia y en contra de M.P.B.

El mantra de Alejandro se rompió el 25 noviembre, cuando la familia llegó a la Universidad Mayor, donde Antonia estudiaba Ingeniería Comercial. En la entrada vieron un pendón con fotos de alumnos. Lo habían elaborado a principios de año para hacer publicidad a la carrera. Ahí aparecía Antonia, estudiando junto a sus compañeros.

Ese día recibieron un diploma que la distinguía, por segundo año consecutivo, dentro del cuadro de honor por sus buenas notas.

El padre subió a recibir el diploma. Todos los alumnos, apoderados y profesores aplaudieron con fuerza. Fue la primera vez que rompió a llorar en público.

Quienes la conocieron coinciden: era una mujer preocupada por sus cercanos, cariñosa y buena amiga. Le gustaba bailar y cantaba a cada rato.

En sus redes sociales se mostraba como una persona sensible a temas sobre igualdad de género y violencia en contra de la mujer.

En la universidad le decían "Anto", "Nanto", "Rayencita" y "Monito". Junto a sus compañeros más cercanos organizaban paseos a una parcela en Cunco.

"Es un dolor grande. Desde el primer día mi amiga fue la Anto. Sentada al lado. Y ahora ver que no llega... Muchos pensamos que está de viaje, todavía esperamos su mensaje, ha sido duro", reconoce su amiga Francesca Durán.

Para este verano, Antonia estaba juntando plata para irse a estudiar inglés a Estados Unidos.

"Ahora les digo a mis hijos que si tienen un problema, cuéntenlo... todo tiene solución", dice Alejandro.

Al testimonio de Antonia antes de suicidarse se sumaron otras siete mujeres que aseguraron haber sido agredidas por M.P.B. No se conocían entre ellas y algunas se comunicaron con Alejandro Barra para contarle lo sucedido. Los casos involucran violación y otros tipos de abuso sexual.

La más grave habría ocurrido en 2013. La víctima sería una mujer que en ese entonces tenía 13 años.

El Ministerio Público está analizando los testimonios en conjunto. En el caso de Antonia, cuya familia presentó una querella criminal por el delito de violación, la imposibilidad de tomarle declaración es un obstáculo importante . Han pasado 56 días de su muerte y aún no hay formalizados.

De todas maneras, fuentes cercanas a la investigación advierten que se han recolectado una serie de pruebas que permitirían sustentar la denuncia por violación. La más importante es un audio, enviado a un expololo, en el que acusa directamente a M.P.B. de agredirla sexualmente el 18 de septiembre.

"Le dijo (M.P.B.) al otro día, 'me violaste'. Se lo dijo, 'no te quiero ver nunca más, no te pares frente a mí, no me saludes'. Yle dice que lo va a funar, le dice en más de una oportunidad que lo iba a denunciar", revela Alejandro Barra, haciendo referencia a los testimonios de su hija a los que ha tenido acceso.

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Los hechos ocurridos en Pucón se han ido aclarando poco a poco. Antonia fue a

Antonia Barra: la historia de una violación que estremece a Chile


La joven chilena Antonia Barra fue violada a mediados de septiembre pasado y casi un mes después las secuelas psicológicas motivaron su suicidio. Este miércoles, la justicia acreditó la violación y ordenó el arresto domiciliario del acusado, Martín Pradenas, pero no prisión preventiva, y el caso ha vuelto a estremecer a Chile.

Ya el pasado 16 de junio causó polémica otro dictamen judicial que ordenaba a la familia de Antonia no divulgar información de Pradenas y eliminar todas las publicaciones en redes sociales donde se le acusaba de haber violado a la joven.

 
 
Manifestación en protesta por el caso de la violación de Antonia Barra en Chile.

Manifestación en protesta por el caso de la violación de Antonia Barra en Chile.

La historia de Antonia

En la mañana del 18 de septiembre de 2019 Antonia Barra, que tenía 21 años, despertó en una cabaña en Pucón, ciudad del sur de Chile, con Martín Pradenas encima de ella. Después de gritarle que se quitara, la joven se vistió y se fue.

Todo ello según múltiples mensajes de la aplicación WhatsApp que Barra envió poco después a varios amigos, objeto de la investigación y que han sido filtrados por algunos medios locales, y en los que la víctima relató haber sido violada por Pradenas y dijo no querer denunciarlo por miedo a cómo se lo podrían tomar sus padres.

Antonia Barra se suicidó poco después de denunciar que fue violada el año pasado/ INSTAGRAM

La joven guardó silencio durante semanas hasta que el 12 de octubre de 2019 llamó por teléfono a su exnovio, Rodrigo Canario. En la llamada, que Canario grabó, Barra relató la agresión sexual de Pradenas.

"Repugnante" y "cerda de mierda" fueron algunos de los insultos que Canario le propinó. La expareja de Antonia Barra reenvió la grabación y Pradenas se enteró ese mismo día de la llamada.

El 13 de octubre de 2019 Antonia envió otro mensaje a Canario, esta vez despidiéndose. Ese día la joven se quitó la vida en Temuco.

Pruebas en vídeo

El 15 de junio pasado, el canal Chilevisión divulgó un vídeo en donde se ve a Pradenas tirando de Antonia, conduciéndola a la cabaña (alojamiento turístico) de éste en Pucón. Se aprecia como la joven se tambalea en estado de ebriedad y es patente que ella trata de oponer resistencia. Pradenas la toma de la mano e insiste en llevársela de la fiesta en la que estaban.

Pradenas rompió el silencio el 17 de julio. En un vídeo subido a YouTube, el acusado, que sostiene su inocencia, afirma que en el metraje completo se puede ver "cómo con Antonia nos damos besos, abrazamos, y después nos vamos como personas normales".

Por su parte, el abogado del acusado, Gaspar Calderón, sostuvo en la audiencia del 21 de julio que Antonia se va con el acusado "por su voluntad (...) nadie la tira, nadie la empuja, nadie la secuestra", dijo.

Este miércoles Calderón, en entrevista con el canal TVN, pidió al público no hacer juicios previos del caso, al tiempo de reiterar la inocencia de su defendido.

El juicio

El pasado martes, 21 de julio, comenzó el juicio contra Pradenas, contra quien además pesaban cinco denuncias más de abusos sexuales a otras jóvenes.

Dos de los casos, ocurridos entre 2010 y 2014, fueron sobreseídos por estar prescritos (en Chile este tipo de delitos prescriben transcurridos cinco años); mientras que los tres restantes se desestimaron por "no contar con antecedentes para configurar los casos".

Este miércoles, el juez del caso, Federico Gutiérrez, determinó que existen fundamentos para acreditar una violación en el caso de Antonia.

No obstante, el magistrado rechazó la petición de la Fiscalía de decretar prisión preventiva para Pradenas, para quien ordenó arresto domiciliario total, arraigo nacional y prohibición de acercarse a las víctimas.

El Juzgado de Garantía de Temuco estableció 120 días para la investigación de los hechos.

Conductas previas

El canal de televisión Chilevisión tuvo acceso a un informe de la Brigada de Delitos Sexuales de Temuco en el que se narran distintas conductas sexuales de Pradenas durante su infancia y adolescencia.

"Algunas niñas comentaban que Martín las había tocado, pero en ese tiempo no le dábamos tanta importancia, ya que Martín era un niñito. Conversé con la madre, pero ella al parecer tendía a normalizarla (su conducta)", reveló una educadora de párvulos que conoció a Pradenas de niño.

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