Según la investigación, la magistrada habría solicitado beneficios personales y para terceros, comprometiendo su imparcialidad en resoluciones que favorecieron al abogado.

Los hechos atribuidos a Sabaj se remontan a su periodo como jueza del 3° Tribunal Oral en lo Penal de Santiago, en paralelo a su postulación a la Corte de Apelaciones. Tras su nombramiento, mantuvo gestiones con Hermosilla para influir en otras designaciones, antecedentes que hoy la exponen a la pérdida de su cargo.