El juicio contra Alexander McCartney, un acosador digital británico de 26 años, ha conmocionado a las sociedades de Estados Unidos y Reino Unido tras provocar el suicidio de una niña de 12 años, Cimarron Thomas, y su padre, Ben. McCartney se hizo pasar por una adolescente para chantajear a la niña, usando el "catfishing" para obtener fotos íntimas y luego amenazar con enviarlas a su padre.