De hecho, uno de los artífices del robo de los cerdos, llamados Lucía, Simón y Benjamín, fue un amigo de Marco: Caspar Steffensen. De la mano de activistas en defensa de los derechos de los animales, Steffensen logró robar a su propio amigo para salvar la vida de los animales.
Niña de 10 años, la principal motivación para el robo
Pero Caspar no sería el autor intelectual del robo, sino que fue su hija de 10 años, según él mismo relató.
Su hija le dijo “por favor, asegúrate de que los cerditos no mueran”, indica la Agencia AP, añade ABC News. A la petición de su hija se sumó la solicitud de ayuda de un activista para rescatar a los animales.
Es por esto que durante la jornada del sábado, Steffensen dejó que los activistas entraran en secreto, para liberar a los cerdos.
El artista chileno llamó a la policía para denunciar el robo de los cerdos, hecho que fue confirmado por las autoridades locales. “Tuve que cerrar toda la exposición por eso. Me sentí muy decepcionado cuando Caspar me dijo el martes que estaba involucrado en el robo”, añadió el chileno.
“Pero luego lo pensé durante algunas horas y me di cuenta de que, al menos de esta manera, los cerditos tendrían una vida feliz”, enfatizó.
El grupo en defensa de los animales, De Glemte Danske, confirmó que fueron ellos los que robaron a los tres animales, los que actualmente se encuentran en buenas condiciones. Serán subastados al mejor postor que ofrezca darles una buena vida.
Finalmente, Evaristti, señaló que “Recibí muchos mensajes de odio de todo el mundo. Creo que la gente no entiende que mi arte trata sobre los derechos de los animales”.