Aunque no se han publicado los detalles del borrador de acuerdo, las últimas informaciones filtradas apuntan a la liberación de los 136 rehenes que mantiene Hamás en cautividad, algunos ya muertos, durante un plazo de 142 días a cambio de la liberación de más de 100 presos palestinos por rehén.

Sin embargo, el grupo islamista exige como punto de partida el compromiso israelí de que accedan a un cese el fuego permanente que ponga fin a la guerra, algo que Israel no está dispuesto a aceptar porque su objetivo es “desmantelar a Hamás”.

El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, insistió hace unos días en su reunión semanal con el gabinete de gobierno en que Israel “no aceptará cualquier acuerdo, ni a cualquier precio” sobre una tregua en la Franja de Gaza.