Entonces, Reporteros sin Fronteras (RSF) denunció que no era posible verificar las pruebas aportadas por Israel, unas tablas atribuidas a dichas milicias en las que aparecían los datos de los periodistas con números personales, rangos y fechas de nacimiento, similares a la tabla difundida hoy para probar la participación de Shabat en el entrenamiento de Hamás.

Esta denuncia se produjo apenas días después de que RSF demostrara las inconsistencias de las acusaciones de esta índole tras el asesinato de otro conocido reportero de la cadena catarí, Ismail al Ghoul, en un bombardeo. Entre ellas, recogían que uno de los documentos presentados por Israel para probar su afiliación a Hamás aseguraba que el palestino había recibido un cargo militar en la organización con 10 años.

Tras la muerte del periodista de Al Jazeera, ya son 208 los informadores palestinos muertos en ataques israelíes, según la Oficina de Medios del Gobierno de Hamás en Gaza, que incluye en su recuento a periodistas, ‘influencers’ y otros creadores de contenido.