La práctica se mantuvo a lo largo de los siglos, con muy pocas excepciones. Marcelo II y Adriano VI fueron algunos de los pocos papas que mantuvieron sus nombres de bautismo.

Respecto a las razones del porqué los papas electos eligen un nombre específico y no otra alternativa, el profesor asistente en la historia del catolicismo en el Centro de Estudios Católicos de la Universidad de Durham, Liam Temple, señaló al citado medio que los nombres son elegidos de forma simbólica, en honor a papas que resistieron crisis, inspiraron reformas o fueron “increíblemente populares”.

En la historia también hay excepciones en los nombres sin precedentes. Es el caso de Jorge Bergoglio, quien optó por Francisco, para honrar a San Francisco de Asís.

¿Cuáles han sido los nombres más repetidos?

Así como Robert Prevost es el décimo cuarto papa en tomar el nombre “León”, hay otros nombres que se han repetido a lo largo de la historia. A la fecha, el nombre más utilizado ha sido “Juan”, que se escogió 23 veces.

Más abajo vienen Gregorio (16), Benedicto (16), León (14), Clemente (14), Inocencio (13), Pío (12) y Esteban (9)