Derogación de la controvertida reforma de las pensiones en Francia
El gobierno francés cerró el miércoles la puerta a la derogación de la recién adoptada reforma de pensiones, lo que aumentó la distancia que le separa de los sindicatos, colectivos que prometen retomar las acciones de protesta contra esa medida que retrasa dos años la edad mínima de jubilación.
Tras haber recibido durante dos días a los principales líderes sindicales del país, la primera ministra, Elisabeth Borne, aseguró que no dará ningún respaldo a la propuesta parlamentaria presentada por un pequeño grupo independiente de la cámara para derogar la reforma que está marcando la actualidad política francesa.
Borne consideró “irresponsable” y calificó de “brindis al sol” la medida que los sindicatos exigían como condición para recuperar el diálogo.
A juicio de la jefa del Ejecutivo, la derogación de la reforma sería “inconstitucional” porque supondría unos gastos extraordinarios de 18.000 millones de euros, algo que no puede provocar una proposición de ley.
La primera ministra consideró que la proposición de ese grupo independiente no debe ser debatida para no engañar a los trabajadores con una medida que no tiene opciones de ser adoptada.
El examen de esa proposición figura en el orden del día para el próximo 8 de junio, pero el partido macronista ha comenzado a maniobrar para evitar su debate.
El portazo del gobierno le distancia más de unos sindicatos que estimaban que el examen parlamentario de la proposición de ley era un signo de acercamiento.
El líder de la reformista CFDT, Laurent Berger, consideró “inaceptable” que no se debatiera ese texto, que podría volver a poner de manifiesto la debilidad parlamentaria del gobierno.
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