Venezuela se toma la política interna de los países europeos

“El tiempo de la ambigüedad ha pasado”, decía en el debate la eurodiputada por Portugal Ana Pedro, de la bancada conservadora. “Le han robado la democracia al pueblo venezolano”, afirmó Dolors Monserrat, eurodiputada por España, en nombre de todo el Partido Popular Europeo.

Fue precisamente de este grupo del que partía la moción, que fue apoyada por dos grupos de ultraderecha. “Declaremos lo que hemos visto: Edmundo ganó en Venezuela. ¿Por qué ser comprensivos y negociadores con un torturador?”, clamaba, por su parte, el eurodiputado español Esteban González Pons, también de la bancada conservadora.

 

“El Partido Popular instrumentaliza esta cámara para sus intereses nacionales”, afirmó el eurodiputado español Javi López, de la bancada socialdemócrata y vicepresidente del Parlamento Europeo.

Cabe recordar que, en España, hace pocos días, el partido opositor logró en el Congreso y, más recientemente, en el Senado, el reconocimiento de Edmundo González como presidente electo, en contra de la posición consensuada entre las capitales europeas.

“La utilización espuria del pueblo venezolano es una vergüenza”, agregó Javi López, aludiendo al uso político del conflicto de Venezuela en las pugnas internas de la política en España.

 

¿En qué ayuda este reconocimiento moral?

“Es triste que se utilice a Venezuela para un tema de política interna”, dice al respecto De Alba, abogado con larga trayectoria como analista en institutos internacionales. “Se deja de lado lo central: la pésima calidad de vida que probablemente vayan a seguir teniendo los venezolanos. Optar por la ruta de reconocer a González como presidente electo, es desconocer la realidad”, resalta.

En ese mismo sentido han ido las declaraciones del Ejecutivo europeo: a pesar de la ilegitimidad del Gobierno de Caracas, desde Bruselas se seguirán apoyando los derechos humanos en Venezuela.

“Aunque el reconocimiento de Edmundo González no es más que un acto simbólico, que esa mayoría se haya ganado con el apoyo de la extrema derecha, sienta un mal precedente para otros temas en los que la Eurocámara sí tiene voto”, sigue De Alba. Cabe recordar que, al inicio de este mandato, en julio de 2024, conservadores, socialdemócratas, liberales y ecologistas pactaron un “cordón sanitario” para no dejar campo a los nuevos grupos de ultraderecha que llegaron al Parlamento Europeo.

“Este apoyo moral que ha conseguido la oposición, ¿en qué ayuda a los venezolanos? Está más que probado que hacen falta cosas más tangibles, más difíciles de conseguir”, concluye De Alba, apuntando que Europa debe aumentar iniciativas para tratar de reducir la represión y ampliar canales de comunicación con todos los actores en el conflicto, también con las Fuerzas Armadas.