La manifestación se desarrolló inicialmente en un ambiente tranquilo, con escasos cortes de tráfico en el centro de Buenos Aires, más allá de la plaza donde tiene lugar la protesta.

Una vez más, el despliegue de fuerzas de seguridad fue muy amplio, con el fin de garantizar el cumplimiento del nuevo y controvertido protocolo de seguridad del Gobierno, que prohibe taxativamente el corte de calles durante las manifestaciones.

Según informó hoy la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, la CGT había pedido autorización para circular en los espacios públicos durante la movilización y había ofrecido una caución económica.

“Esto significa un cambio muy importante: la aceptación de las normas de convivencia entre todos”, declaró Bullrich, quien destacó el hecho de que los organizadores de la concentración decidieron cumplir con el protocolo de seguridad.