El sistema judicial argentino ratifica el procesamiento de Alberto Fernández por casos de violencia de género
La Justicia argentina confirmó el procesamiento del expresidente Alberto Fernández por violencia de género contra su expareja Fabiola Yáñez, quedando muy cerca de un juicio oral.
Se le acusa de ejercer violencia física y psicológica entre 2016 y 2024, aprovechándose de una situación de desigualdad de poder. Los episodios incluyen lesiones leves y graves, así como amenazas coactivas. Se destaca la violencia psicológica, manifestada en forma de acoso, insultos y culpabilización. La defensa alega su inocencia, pero la resolución judicial detalla los supuestos abusos.
La Justicia argentina confirmó este martes el procesamiento del expresidente Alberto Fernández en la causa por violencia de género contra su expareja Fabiola Yáñez, y el exmandatario peronista quedó a un paso de ser enviado a juicio oral.
La resolución de la Cámara Nacional de Apelaciones en lo Criminal y Correccional consideró que, entre 2016 y agosto de 2024, Fernández habría ejercido distintos tipos de violencia física y psicológica contra Yáñez, aprovechando una relación marcada por una notoria desigualdad de poder.
Los jueces Martín Irurzun y Eduardo Farah votaron por confirmar la medida dispuesta el pasado 17 de febrero por el juez federal Julián Ercolini -quien lleva la causa-, mientras que Roberto Boico votó en contra.
El tribunal dejó al exmandatario a un paso del juicio oral por los delitos de lesiones leves y graves, agravadas por el vínculo y el abuso de poder, además de amenazas coactivas.
Según el fallo, que recoge el diario Clarín, se comprobó que “en un contexto de violencia de género (…) el imputado (Fernández) se habría aprovechado de la especial situación de vulnerabilidad preexistente al vínculo en la que se encontraba inmersa la nombrada (Yáñez)”.
El camarista Irurzun afirmó que se “incluyeron lesiones y otras formas de violencia de género practicadas por quien mantenía una marcada desigualdad de poder con ella, además de un aislamiento forzado” en la residencia presidencial.
Farah, por su parte, rechazó el planteo de la defensa del mandatario sobre una supuesta vaguedad en la imputación y señaló que los hechos fueron “descritos pormenorizadamente” desde el inicio de la relación hasta la denuncia formal en agosto de 2024, cuando también se le impuso al expresidente una prohibición de contacto con la denunciante.
El juez Ercolini solicitó el procesamiento de Fernández al considerar que “no solo fue presidente de la Nación, sino también un actor público con trayectoria y poder simbólico”, lo que habría reforzado la asimetría denunciada por Yáñez.
En la resolución judicial se detallaron episodios de violencia psicológica como acoso, insultos, culpabilización, destrato y hostilidad y agresiones físicas reiteradas.
La defensa del expresidente, a cargo de Silvina Carreira, había apelado la decisión de Ercolini, sosteniendo que el exjefe de Estado nunca limitó la libertad de Yáñez ni ejerció violencia, y hasta aseguró que él fue quien recibió maltrato.
Con este fallo, Alberto Fernández se convierte en el primer expresidente argentino en enfrentar un procesamiento por violencia de género, y podría enfrentar penas de 3 a 18 años de prisión si es hallado culpable en un eventual juicio oral.
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