Concluida la deportación a EE.UU. de una niña estadounidense en tratamiento por un cáncer cerebral
Una familia norteamericana de origen mexicano, compuesta por Juan y María y sus cinco hijos nacidos en Estados Unidos, fue deportada a México mientras su hija de 10 años luchaba contra un cáncer cerebral.
La familia viajaba entre Rio Grande y Houston para el tratamiento de la niña, pero al intentar regresar a EE.UU. con documentación médica, fueron detenidos por la policía fronteriza y enviados a México. La madre describió la situación como compleja, ya que la niña necesita atención médica especializada en Texas.
La cadena NBC informó sobre un caso que afecta a una familia norteamericana originaria de México, quienes fueron deportados de Estados Unidos (EEUU) mientras una de sus integrantes, niña de 10 años, estaba en pleno tratamiento contra un cáncer ceberal.
Se trata de Juan y María, ambos mexicanos que no contaban con situación regular en el mencionado país, junto a sus cinco hijos, quienes habían nacido en dicho territorio.
El clan realizaba viajes constantes entre Rio Grande (México) y Houston, donde la niña había sido operada de la enfermedad hace algunos meses.
Fue en febrero pasado cuando intentaron ingresar a Estados Unidos con documentación médica, pero la policía fronteriza procedió a detenerlos y dejarlos en arresto. Posteriormente, fueron devueltos a México.
En breves declaraciones, la madre de la menor aseguró que el presente es muy complejo, ya que la pequeña aún se encontraba en rehabilitación y “bastante débil”. El proceso lo habían hecho en un centro de Texas, al cual habían accedido mediante una fundación.
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Niña norteamericana con cáncer es deportada de EEUU
De hecho, aclara, la niña presenta inflamación cerebral, dificultades para hablar y problemas de movilidad.
“El miedo es horrible. Casi no puedo explicarlo, pero es algo frustrante, muy duro”, indicó.
Por ahora el caso está siendo revisado por el Proyecto de Derechos Civiles de Texas, que busca que al menos uno de los padres logre una visa humanitaria para que la menor pueda volver a Houston.
El grupo, por ahora, espera respuestas en una vivienda social en el norte de México, pero reconocen que todo es muy incierto.
Juan y María habían llegado a Estados Unidos en 2013, en busca de oportunidades laborales. Habían formado su familia en ese país, pese a permanecer indocumentados.
En esta ocasión sólo su hijo mayor, de 17 años, no fue deportado por las autoridades, aunque permanece bajo el cuidado de un ente público en Texas.