La suspensión de vuelos con Chile se suma al cese “temporal” de las operaciones aéreas con Panamá, República Dominicana y Perú, vigente desde el 31 de julio por orden del Ejecutivo venezolano, en rechazo “al injerencismo de Gobiernos de derecha” respecto a los comicios presidenciales, cuyos resultados aún se desconocen de forma desagregada.

La presidenta de la Asociación de Líneas Aéreas (ALAV) venezolana, Marisela de Loaiza, dijo recientemente a EFE que la suspensión con Panamá, República Dominicana y Perú es una medida “política” con la que el país petrolero redujo un 54 % su conectividad internacional.

De los 181 vuelos internacionales a la semana que había antes de la medida, quedaban 83, es decir, 98 menos, que equivalen a unos 15.000 asientos semanales que ya no están disponibles, según la asociación.