Una reciente investigación puso de manifiesto los riesgos asociados a reutilizar repetidas veces el aceite de cocina. El estudio evidenció que las ratas y su descendencia que ingirieron este tipo de aceites mostraron una mayor neurodegeneración en comparación con aquellos que siguieron una alimentación convencional.

 

El vínculo entre los alimentos fritos y diversas enfermedades, incluidos el cáncer y la diabetes, ya era conocido; sin embargo, las implicancias del uso repetido del aceite de cocina no habían sido profundamente exploradas hasta el momento.

Esto es especialmente relevante ya que recalentar aceite para freír es una escena cotidiana tanto en hogares como en restaurantes, lo que coloca a las conclusiones de este estudio en un primer plano para la salud pública.