6. Come algo de picante

¿No es curioso que las culturas de Centroamérica, India, África, el sur de Asia y el Caribe tengan una predilección por las comidas picantes? No es coincidencia. Lo que hace picar al ají y otras especias es un compuesto llamado capsaicina, el que también te hará sudar más y por ende, enfriarte.

Y aunque tomar un buen vaso de agua con hielo parezca más indicado, es contraintuitivo. El líquido frío te enfría demasiado rápido y tu cuerpo decide aumentar la temperatura para compensar, haciéndote sentir más acalorado. Por el contrario, la comida picante aumenta tu temperatura interna, tu circulación sanguínea y comienzas a sudar, lo que al evaporarse te refresca.

De hecho un amigo nicaragüense decía que nada refrescaba como tomarse un buen café caliente. Y él sí que sabía de calor.

7. Ir al cine (y no por un truco mental)

“Cuando viví en Puerto Rico no teníamos aire acondicionado. La forma más efectiva (y agradable) de lidiar con las horas de mayor calor era ir al cine. Los cines de Puerto Rico son conocidos por realmente sacarle partido al aire acondicionado. Algunas veces están tan fríos que la gente lleva frazadas o chaquetas” (Jennifer Gandasegui)

8. Comer un dieta fría

“Crecí en Minnesota en los 60, cuando el aire acondicionado aún no era algo normal en las casas. Mi madre sólo cocinaba lo que se necesitaría durante el día en las primeras horas de la mañana. Algunas veces ella nos hacía ensalada de pasta fría para la cena. También tenía una receta para hacer galletas que no requerían hornearse y que sólo disfrutábamos en los días más calurosos del verano. También nos daban limonada y té helado” (Jeanne Pumper)

Olvídate del horno y quédate sólo con los quemadores, o mejor aún, con el microondas o un freidor de aire. “Cocina algunos vegetales extras cuando prepares la cena. Al día siguiente mézclalos con algo de queso feta y con aceite de olvida para un excelente snack frío”, recomienda la chef Deborah Madison.

Las frutas también son una buena idea, ya que contienen gran cantidad de agua.

Ensalada de pasta fría
JoesHealthyMeals.com

9. Crea tu propia brisa marina (sin necesidad de mar)

“En el desierto tenemos un truco para lidiar con el calor cuando el aire fuera es más seco y fresco que el aire dentro de la casa. Cuelga una sábana húmeda frente a una ventana abierta, de esa forma la brisa que entre se enfriará junto al agua evaporada. Así lo hacemos acá en el Valle de la Muerte”, señala Dale Housley, un guardaparque del Death Valley National Park en California.

Sábana húmeda frente a la ventana
RealSimple

10. Recuéstate sobre una baldosa fría

“Algo que aprendí al vivir en Singapur sin aire acondicionado, era a recostarme sobre las baldosas frías del piso durante un rato. Pon una almohada bajo tu cabeza, pon algo bueno en la tele y disfruta el momento” (Kathryn Lee).

Claro, ponerte en posición fetal y llorar es opcional…

IMPORTANTE

Independiente del método que elijas o incluso si tienes la suerte de un aire acondicionado, recuerda mantenerte hidratado bebiendo mucha agua. La Cruz Roja aconseja que durante una ola de calor, se beban casi 3 litros de agua por día.

Pon atención al momento de orinar. Si tu orina es de color amarillo claro es señal de que te estás hidratando adecuadamente. Sin embargo si se torna oscura o del color del jugo de manzana, es imprescindible que aumentes tu consumo de líquidos.