No tan saludables

Con este tipo de productos, que ofrecen distintos tipos de sabores como pie de limón, frutos rojos, chocolate, entre otros, es fácil que una persona abuse de ellos y, en el afán por reemplazar otros snacks ‘menos saludables’, su ingesta de proteína y azúcares se torne excesiva.

“Su consumo excesivo puede llevar a varios efectos dañinos, incluyendo problemas digestivos (como hinchazón o diarrea), un exceso de calorías que puede resultar en aumento de peso, y una ingesta desbalanceada de nutrientes”, destacó el nutricionista a la presente redacción, apuntando también a las azúcares añadidas e ingredientes artificiales que suelen traer estos suplementos, considerando que algunos sólo son barras de chocolate con proteína incorporada.

En la Facultad de Ciencias de la Salud de la Universidad del Desarrollo, y en su rol de coordinador del área de Nutrición Deportiva, Hormazábal se ha dedicado a realizar análisis químicos de suplementos alimenticios dedicados para deportistas, encontrando diferencias entre lo que se detalla en el etiquetado y en lo que realmente contiene cada producto.

Análisis de barras de proteína en la UDD
Análisis de barras de proteína | Universidad del Desarrollo

“Al estudiar las barras de proteína se pueden sacar varias conclusiones. Es fundamental leer las etiquetas cuidadosamente, ya que la composición nutricional puede variar significativamente entre diferentes marcas y productos. Muchas barras pueden contener más azúcares añadidos de lo esperado y menos proteína de la que afirman. Además, es importante considerar que no todas las barras son iguales, y algunas pueden ser más adecuadas para distintas necesidades dietéticas”, puntualizó.

Por otro parte, otro aspecto a considerar es el impacto que estos productos puede tener en el sistema digestivo. Y es que, al contener grandes cantidades de fibra, podría provocar problemas gastrointestinales si se ingiere en exceso, tales como hinchazón, gases y malestar estomacal. Además, el consumo indiscriminado de proteínas no sólo es innecesario para la mayoría de las personas, sino que puede causar daño a los riñones a largo plazo y contribuir a la deshidratación. Mientras que los atletas y las personas muy activas pueden requerir más proteína, muchos consumidores que eligen las barras sin necesidad real sobrepasan significativamente su ingesta diaria recomendada.

 

En cuanto al consumo de barras de proteína en niños y adolescentes, el docente enfatizó en que “no está necesariamente contraindicado” para este rango etario, pero que sí es importante que su ingesta “debe ser limitada y supervisada”, ya que “los niños en crecimiento necesitan un equilibrio de nutrientes y no requieren de estos suplementos”

“Además, algunas barras pueden contener ingredientes que no son adecuados para su desarrollo o que pueden provocar alergias”, complementó.

Con el crecimiento del mercado de la alimentación, es probable que las barras de proteína continúen evolucionando, por lo que es vital que los consumidores permanezcan informados y realicen elecciones fundamentadas sobre lo que realmente es beneficioso para su salud. En la búsqueda del bienestar, el conocimiento será, sin duda, el mejor aliado. Es importante leer las etiquetas, ser consciente de los ingredientes, y comprender que aunque las barras de proteína pueden tener su lugar como un suplemento ocasional, no deberían reemplazar una dieta equilibrada.

“Existen alimentos más económicos y nutricionalmente equilibrados que las barras de proteína. Ejemplos incluyen legumbres (como lentejas y garbanzos), huevos, yogur griego, frutos secos, carnes magras, pescado, y productos lácteos. Estos alimentos no sólo son ricos en proteínas, sino también en otros nutrientes esenciales, y suelen ser más asequibles si se compran en su forma natural o poco procesada”, cerró el nutricionista y académico penquista.