Ventas de propiedades de lujo en la RM están entrampadas: influye incertidumbre política y económica

En aquellas propiedades sobre las 20 mil UF o cerca de $600 millones que se ubican principalmente en el sector oriente de Santiago, el mercado continúa dinámico.

 


Los proyectos inmobiliarios de lujo que estaban paralizados, se han mantenido observantes a la espera de que en una etapa post pandemia todo se reactive.

Sin embargo, este 2021, las obras se han reactivado para salir a la venta; y en la medida que la situación sanitaria se vaya normalizando, los precios comenzarían a subir.

Según datos de expertos en la comuna de Lo Barnechea los precios de propiedades de lujo tuvieron una baja cercana al 19% entre el primer trimestre de 2020 y del 2021. En Vitacura, también bajaron los precios alrededor de un 7%; y en Las Condes (menor al 19%) departamentos variaron entre un 2% y 5%.


Para Eduardo Hola, broker inmobiliario de RE/MAX Premier, este mercado ha estado algo más lento que en años anteriores.

Explicó que “las propiedades han bajado su precio en promedio un 3% y hay gente que definitivamente quiere vender hasta un 5%. Otros propietarios han decidido detener las ventas antes que bajar los precios sustancialmente”.

Chicureo, exclusivo y un tanto más barato

Para Juan Pablo Pumarino, broker inmobiliario de RE/MAX Supreme, el interés por viviendas cuyo valor supera las UF 20 mil se ajustó a la baja, aunque si revisamos los precios en dólares -que es el análisis que muchas veces realizan estos compradores- el ajuste es bastante menor (el peso chileno se ha apreciado alrededor de un 10% en relación al año pasado).

“Una de las razones que hemos levantado, es que el interés por este tipo de propiedades ha disminuido dado a la mayor incertidumbre política, más aun que la económica.El interés por viviendas más exclusivas también se ha desplazado a Chicureo, donde los precios son más bajos y se dan mayores condiciones para la exclusividad”, comentó.

El tiempo en que una propiedad de estas características se encuentra en el mercado ha aumentado, pero en parte también es porque cuesta que los vendedores internalicen el menor valor.

“Sin duda el tiempo de venta es mayor a pesar de los ajustes de precio porque existe incertidumbre. Hoy una propiedad de más de 20 mil UF toma alrededor de seis meses como mínimo”, contó el ejecutivo.

Lo Barnechea

Para el experto, es en Lo Barnechea donde más se ha sentido la menor demanda por propiedades de lujo debido a que la comuna “dejó de ser” tan exclusiva.


“Una de las razones que hemos levantado, es que el interés por este tipo de propiedades ha disminuido dado a la mayor incertidumbre política, más aun que la económica.El interés por viviendas más exclusivas también se ha desplazado a Chicureo, donde los precios son más bajos y se dan mayores condiciones para la exclusividad”, comentó.

El tiempo en que una propiedad de estas características se encuentra en el mercado ha aumentado, pero en parte también es porque cuesta que los vendedores internalicen el menor valor.

“Sin duda el tiempo de venta es mayor a pesar de los ajustes de precio porque existe incertidumbre. Hoy una propiedad de más de 20 mil UF toma alrededor de seis meses como mínimo”, contó el ejecutivo.

Lo Barnechea

Para el experto, es en Lo Barnechea donde más se ha sentido la menor demanda por propiedades de lujo debido a que la comuna “dejó de ser” tan exclusiva.

“Durante los últimos años, se han desarrollado muchos proyectos inmobiliarios de diversos valores y se ha densificado la comuna, lo que ha hecho perder interés en este segmento ya que ha perdido en carácter de exclusividad. Vitacura, en cambio, permanece con menores variaciones porque ha mantenido zonas exclusivas. Las Condes ha tenido bajas de valor aunque las caídas, estimo, son inferiores a Lo Barnechea”, graficó Pumarino.

El asesor inmobiliario recomienda algunos factores a considerar cuando una propiedad no se vende. Es necesario evaluar cuáles son los elementos que producen rechazo en los clientes de las propiedades en las visitas.

“Hoy también hay menor disposición a efectuar remodelaciones porque hay mucha incertidumbre en relación a los plazos y costo final de cualquier arreglo. Al haber menos disposición a remodelar por falta de mano de obra y alza en los precios de los materiales, simplemente se exponen a aventuras largas y caras”, puntualizó.

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