Las diez medidas iniciales acordadas entre el Gobierno de Luis Arce y los empresarios privados contra la falta de dólares en Bolivia abrieron un debate entre expertos que ven necesario reducir también el gasto público y las autoridades nacionales que sostienen que el déficit bajará sin recortes y con generación de ingresos.

Después de casi un año de que comenzaran a escasear las divisas en la economía boliviana, el Ejecutivo anunció el lunes pasado un acuerdo con los principales gremios empresariales con medidas para facilitar las exportaciones y algunos incentivos para bajar el gasto en la importación de combustibles.

El acuerdo fue bien recibido por algunos, y visto como insuficiente por quienes consideran que si no se reduce el gasto público, estas medidas serán “parciales”.

Es el caso del analista económico Gonzalo Chávez, quien dijo a EFE que el origen de todo “es el déficit público” y si no se cortan los “gastos e inversiones improductivas” y no se aumentan los ingresos, “muy difícilmente” se podrá resolver el problema.

Chávez se remontó a 2014 para entender “por qué desaparecieron los dólares”, un problema que, a su juicio, es “estructural” y no “coyuntural”, como aseguran las autoridades.

En 2014, las exportaciones llegaron a 13.000 millones de dólares, de los que 6.600 millones provenían de la venta de gas natural, que fue el sustento de la economía boliviana hasta hace algunos años.

 

Según Chávez, ese excedente económico fue destinado por el Gobierno de Evo Morales (2006-2019), del que Arce fue ministro de Economía, a “hacer política social” y a la inversión pública.

El problema fue que cuando un año después comenzó la declinación de las exportaciones y la producción de gas, el Gobierno decidió “gastar” las Reservas Internacionales Netas (RIN) en “gasto corriente” y la financiación a empresas estatales “cuyos resultados hasta ahora no vemos”, indicó.

Para el experto, Bolivia perdió “solvencia porque mataron a la gallina de los huevos de oro que era” la estatal Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB) y esa insolvencia “generó un problema de liquidez”.

A su juicio, las medidas asumidas en 2023 ante la falta de divisas fueron “paliativas” porque no se atacó “el problema del gasto público que es por donde se chorrean las RIN”, que pasaron de los 15.122 millones de dólares en 2014 a 1.709 millones hasta el 31 de diciembre pasado.