A contracorriente: el empresario francés afincado en Chile que eliminó las propinas en su restaurante
El restaurante Baco en Providencia, Chile, decidió en 2016 eliminar la propina. El francés Frédéric Le Baux, propietario del local, es crítico con este tipo de aportes, señalando que son "fuentes de conflicto" y que incluso caen en la informalidad.
El empresario explicó que al incorporar la propina directamente a los sueldos, lograron aumentar los ingresos de sus empleados y facilitarles el acceso a créditos bancarios, mejorando así su calidad de vida. A pesar de las críticas iniciales, Le Baux sostiene que la eliminación de la propina ha sido exitosa, con un aumento en la facturación y una mejora en el servicio, destacando que la dignidad de los trabajadores es primordial. Este caso rompe con la tendencia en Chile, donde la propina se está volviendo cada vez más común y en algunos casos, presionada socialmente como un acto "obligatorio".
En Chile, la propina se está masificando más allá de los comercios que normalmente, ofrecen agregar un 10% o más como “agradecimiento” por un buen servicio. Sin embargo, hay un local que decidió a inicios de 2016, tomar una decisión que a muchos podría sonar radical: eliminar la propina.
Se trata del restaurante Baco en Providencia, propiedad del francés Frédéric Le Baux.
Y si bien en un inicio surgieron críticas por parte de sus pares, el empresario apunta a que lo volvería a hacer ya que, según explicó a Ex Ante, un simple ajuste se tradujo en “mejores sueldos” para sus colaboradores, que incluso contaron con un mejor acceso a créditos para vehículos y viviendas.
El restaurante que decidió eliminar la propina
“Nunca me gustó el concepto de la propina”, dijo Le Baux al mencionado medio.
Entre los argumentos para su rechazo señala que la propina “es una fuente de conflicto” al momento de repartirse entre los trabajadores.
“Segundo, es algo de alta injusticia porque significa que un par de personas se pueden llevar un porcentaje de facturación que los otros no”, añadió. Y por último, también afirma que el dinero que la gente deja como propina “es totalmente informal”.
Subir el sueldo
Para el empresario francés, el hecho de que la propiedad de una propina esté sobre la persona que lo recibe “me parece una aberración, porque cuando conoces cómo funciona un restaurante, no hay una sola persona que te va a atender. Es toda una cadena”.
En este contexto, es que como restaurante, alcanzaron un acuerdo donde se estableció que no se aceptaría propina, ya que iría directamente incorporada a los sueldos de los trabajadores, quienes apuntaban a tener una mayor remuneración imponible.
Y si bien al inicio los costos subieron, Frédéric Le Baux rescató varios aspectos en su conversación con Ex Ante.
Uno de ellos apunta a que “la propina es incompatible con la dignidad de los trabajadores”, y que “un oficio remunerado por un sistema informal no fomenta el profesionalismo”.
Los beneficios de una maniobra “contra la corriente”
Al ser consultado sobre si volvería a eliminar la propina, el francés señaló que sí y reiteró que el problema radica en la informalidad de la misma.
Y como ejemplo, comentó que después de dejar de recibirlas, sus colaboradores pudieron ir accediendo a distintos productos bancarios que -según él- serían de más difícil acceso en caso contrario.
Primero fueron la apertura de cuentas bancarias, luego la compra de vehículos mediante crédito y finalmente, “hoy tenemos gente que tuvo acceso bancario para comprar una vivienda“.
“No me arrepiento: los números hablan. Cuando partí con esto, muchos dijeron que la calidad del servicio va a caer. Hoy el Baco tiene mejores sueldos y un buen servicio. La facturación ha crecido”, dijo Le Baux a Ex Ante.
En esta nota, ahondamos en los cambios sociales que se han generado respecto al fenómeno de la propina en Chile, el cual pasa gradualmente de ser algo voluntario a un acto “obligatorio”.
Si bien la ley establece que en locales como restaurantes, bares, cafeterías y otros puedan sugerir un 10% de propina, la misma se ha extendido a otros comercios a la vez que la “presión social” lleva a dejar un extra incluso en aquellos comercios donde no se debería.
Desde el Ministerio del Trabajo han recalcado que solo se puede sugerir el 10% en establecimientos con garzones. El Sernac advierte que esto es solo un beneficio adicional que premia un buen servicio, y finalmente, expertos señalan que tras la masificación de la propina pueden surgir abusos de empleadores, donde los sueldos se forman en gran parte por los aportes de comensales.
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