Pastillas diluidas en alcohol y duchas a manguerazos: revelan insalubres últimos días de Maradona

Pese a que están por cumplirse tres meses de la muerte de Diego Armando Maradona, la investigación por homicidio culposo a su círculo cercano sigue revelando tenebrosos detalles.


Según reporta Mundo Deportivo, el último testimonio revelado fue el de Griselda Morel, psicopedagoga del hijo menor del astro trasandino del fútbol, Diego Fernando, retoño que tuvo con Verónica Ojeda.

En sus declaraciones, la mujer afirmó que era normal que algunos custodios y cercanos del ’10’ le dieron alcohol mezclado con fármacos y que las condiciones de salubridad de su residencia en San Andrés, lugar donde falleció, eran paupérrimas.

“Monona (cocinera de Maradona) nos empezó a contar que, por ejemplo, uno de los custodios, no dijo cuál, le pisaba las pastillas y se las ponía en la cerveza para que no joda de noche”, partió asegurando Morel.


“Como Diego no dormía, hacía eso con las pastillas a demanda de Diego. Todo era demanda de Diego. Si Diego se levantaba a las 9 de la mañana y pedía cerveza, se la daban”, añadió la psicopedagoga.

Luego, respecto a cómo estaba Maradona antes de su muerte, Morel detalló que “Diego no quería recibir a nadie. Apenas lo pude ver y no se le veía la cara de tan hinchado que estaba”.

“Un masajista me contó otro día que, porque no caminaba, Diego podía hacer un edema cardiopulmonar y cagarse muriendo”, complementó la mujer.

Duchas a manguerazos

Pero la declaración de Griselda Morel se vuelve aún más lamentable al referirse a los principales implicados por el homicidio culposo de Maradona, como Carlos Ibáñez (Charly), quien sigue prófugo de la justicia trasandina.

“Un domingo el custodio estaba haciendo asado y Charly tomando vino con Diego en la mesa de almuerzo. Verónica (Ojeda) esperó a que Diego se vaya al baño y justo llegó el anestesista que le dio un suero mágico”, indicó la psicopedagoga.

“Verónica habló con Charly y le dijo por qué le daba vino, que no tenía que dárselo. Éste le dijo que ‘sólo era una copa’ y ella le dijo que no era su amigo, sino empleado”, agregó Morel.


Para cerrar, la profesional recalcó que “Diego se quejaba que el baño estaba arriba y lo bañaban con una manguera… La casa de Diego siempre era una mugre, un asco, todo desordenado, la heladera revuelta”.

La investigación por la muerte del ‘Pibe de Oro’ promete ser extensa y seguir sumando lamentables episodios.

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