Fue luego de que Cony le confesara que el culpable de su grito fue Rubén, Mónica estalló en furia: “A ti te estoy hablando, oye Rubén, ¿Qué andabai’ huebiando allá en mi pieza?”, lo interpeló desde la puerta de la habitación.
Ante sus palabras, sus compañeros no pudieron ocultar su sorpresa, pues la mujer acostumbra a no usar vocabulario soez. “Qué andabai huebiando no más, se me salió el garabato”, le espetó a Rubén, quien reaccionó con risas.
No obstante, esto no calmó para nada a la concursante. “Escúchame y dame la razón. En la noche pasa lo mismo“, le respondió Mónica golpeando una almohada con su peine, ante las explicaciones de su compañero de Gran Hermano.
“No me dejan dormir y ahora estoy descansando y se ponen a gritar otra vez. Está durmiendo también Rai quien se sacó la mugre lavando todo el montón de loza. Es lo mismo que si yo me pusiera, cuando están descansando, a gritar. Ya está bueno ya, yo quiero ir a hablar con Gran Hermano“, le espetó a viva voz la mujer, quien comparó la situación a su anterior altercado con Galvarini.
Pese a que su compañero de encierro se deshizo en disculpas, la mujer las aceptó a regañadientes entre lágrimas.