Pese a que su madre la acusó de tener problemas psiquiátricos por sus declaraciones, Silvia Pinal la defendió públicamente a través de una carta: “No soy indiferente a lo que sucede dentro de mi seno familiar. Frida, tu abuela te ama intensamente. Nos necesitamos ambas”, escribió la actriz.

Respecto a las acusaciones de violencia, estas se evidenciaron en la serie biográfica “Silvia Pinal, frente a ti”, la que está basada en el libro “Esta soy yo: Silvia Pinal”.

La carrera de Silvia Pinal

La actriz, empresaria, productora, presentadora de televisión y política, nació en 1931 en Guaymas, Sonora. Con una trayectoria de más de seis décadas, dejó una huella imborrable en el cine, teatro, televisión y espectáculos en vivo.

Pinal compartió escena con grandes figuras del cine de oro mexicano, como Mario Moreno ‘Cantinflas’ en Puerta joven (1949) y Germán Valdés ‘Tin Tan’ en El rey del barrio (1950) y Me traes de un ala (1952). También actuó junto a Pedro Infante en El inocente (1956), consolidando su lugar en la historia del cine mexicano.

A nivel internacional, se destacó como musa del reconocido director español Luis Buñuel, quien la inmortalizó en Viridiana (1961). Junto a él, protagonizó clásicos como El ángel exterminador (1962) y Simón del desierto (1964).

 

Otros títulos importantes en su carrera incluyen Los cuervos están de luto (1965), La soldadera (1967) y Los cañones de San Sebastián (1968), donde actuó junto a Anthony Quinn. En Shark (1969) compartió créditos con Burt Reynolds, mientras que en Veinticuatro horas de placer (1969) compartió elenco con Mauricio Garcés.

En televisión, Pinal se ganó un lugar en los hogares mexicanos con Mujer, casos de la vida real (1986-2007), una serie que presentaba historias inspiradas en situaciones reales enviadas por el público. El programa abordaba temas como violencia, marginación y discriminación, convirtiéndose en un referente para muchas generaciones.

La frase “Acompáñenme a ver esta triste historia” , pronunciada por Pinal al inicio de cada episodio, quedó inmortalizada en la cultura popular latinoamericana como una expresión cargada de humor y nostalgia.