¿Y qué tan despistado eres? Lo invitaron como testigo a la boda de su mejor amigo y terminó casándose con la novia

Imagina que es el día de la boda de tu mejor amigo, quizá el más importante de toda su vida, y tú fuiste elegido como el testigo para firmar el acta de matrimonio. ¿Qué podría salir mal? ¡Absolutamente todo!

 


Hace unos días, una usuaria de Twitter compartió en su cuenta la trágica histórica de cómo su novio terminó casándose con la novia de su mejor amigo y no, no fue porque estuviera saliendo en secreto con ella, sino por un pequeñísimo error cuando firmaron las actas.

Novios y sus testigos el día de la boda

Según la información que Flor Campolongo compartió en Twitter, su novio Federico fue invitado a una boda en Argentina y toda la celebración se desarrolló de manera normal: él firmó las actas de matrimonio junto con los novios y otros testigos y después se fueron a festejar la unión.

Pero luego de unos cuantos días, el chico se enteró de un pequeñito y extraño detalle: ¡Estaba casado! Según él, todo fue por un error del personal de la Administración Nacional de la Seguridad Social, pues cuando los capturistas vaciaron la información confundieron la firma de Federico con la del novio.

Captura de pantalla entre una pareja

En una captura de pantalla que Federico le envió a su novia se puede leer toda la explicación que le dio y lo molesto que estaba por la situación:

Yo leí lo que firmé, esa parte estuvo toda bien. Soy el testigo.

Novios y sus testigos el día de la boda

 


Federico contó para Infobae que cuando llegó el momento de firmar la documentación leyó detenidamente los nombres de cada uno de los involucrados para asegurarse de que todos los datos estuvieran bien escritos.

Después mi amigo firmó como casado y hasta ahí todo normal. Fue un civil común y corriente y ellos se fueron contentos con su libreta roja.

Captura de pantalla entre una pareja

Franco, el novio, fue quien le mandó una fotografía a su WhatsApp con una captura que decía: “¿Qué haces Icardi?”.

No entendía bien a que se refería, pensé que me estaba haciendo una broma y no le presté demasiada atención. Siempre pensé que era un chiste y, de hecho, esa conversación que tuvimos terminó ahí.


Por fortuna, Franco se hizo cargo de todo el trámite y una vez que los administrativos se dieron cuenta de la equivocación, trataron de resolverlo. Aun así, el trámite necesitará de algo de papeleo. Ahora Federico será un hombre “divorciado” y un “chapulín” sin querer.

 

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