Iván Arenas habla sobre su cáncer e infartos: "Mi primer infarto debe haber sido como a los 17 años"

Anoche se emitió un nuevo capítulo de “De tú a tú” en el que Martín Cárcamo se trasladó hasta Rapel para visitar la casa de uno de los personajes más reconocidos de la televisión chilena, Iván Arenas, más conocido como el Profesor Rossa.


El interior de la casa deja sorprendido a todos, Martín se encuentra con armas antiquísimas, sables, campanas, esculturas, relojes, cucharitas y muchas cosas más. Arenas se declara ser una coleccionista innato y acapara todo tipo de cosas que se ha traído de todas partes del mundo, de los más de 100 países que ha visitado. “Mi mamá una vez me dijo, ‘porque no vendes esta casa y haces un museo mejor’”, dice riendo.

Antes de sentarse a conversar, Martín le pregunta, “¿qué es lo más raro que ha visto?”. Arenas sin dudar responde: “Lo que es la naturaleza, lo que es más raro para mí, y que es mi animal preferido, es el ornitorrinco. Es netamente australiano y tiene pico de pato, cuerpo de nutria y cola de castor. Es un animal chico, pero muy simpático, raro”.

El Profesor Rossa, que enseñó por décadas sobre el mundo animal en televisión, también confiesa qué animal le hubiese gustado haber sido. “Me gusta el venado, no porque me pongan los cuernos, sino porque el venado es muy sutil, muy curioso y a mi me gusta la curiosidad. Me gusta descubrir, transportarme, estar atento, que no me pase nada”.


Antes de sentarse a conversar, Iván Arenas dice que no escucha música porque lo desconcentra; que vive haciendo libretos y leyendo, no novelas sino que enciclopedias; que se duerme a las tres, cuatro de la mañana; que se levanta a las dos de la tarde; que no trabaja en las mañanas y que por eso prefiere evitar las invitaciones a los matinales. Dice que no toma agua porque es insípida, que no cocina nada, que cuando está sólo a veces no come nada y que no usa ni banco ni tarjetas, que no le gusta.

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Cuatro infartos y un cáncer

Martín se sienta junto al Profesor y, ante el reciente diagnóstico de cáncer de colon por parte de Arenas, le pregunta por su salud.

“Hoy día bien, no sé si la gente debe saber pero en mi vida he tenido cuatro infartos. Mi primer infarto debe de haber sido como a los 17 años, quizás 20. Fue motivo del colesterol y los triglicéridos, no me cuidaba y era muy bueno para el pernil, el arrollado, el pollito con la cascarita”, comienza diciendo.

Relata que el cuarto infarto fue más complicado, que se encontraba solo y que llamó a una ambulancia que lo trasladó a la clínica. Con humor, cuenta que le pasaron cosas increíbles dentro de la ambulancia, desde que se le acercó uno de los funcionarios para pedirle una selfie hasta que uno de ellos le pidió un saludo para una alianza de un colegio. Se sacó las fotos y mandó el saludo.

¿Y el cáncer? “El cáncer que tengo me lo descubrieron de suerte, yo creo que toda mi vida he tenido mucha suerte. Mi vida es un azar, yo nunca he planificado nada, yo vivo el día a día, me carga eso de planificar, voy viviendo”, reflexiona.

Cuenta que antes de llegar a Santiago pasó a Requínoa, a ver a un amigo. Fue en ese lugar donde se empezó a sentir mal, la vista se le empezó a nublar como nunca antes. Antes de subirse a la camioneta se desmayó, por primera vez en su vida. Dice que su amigo se fue a toda velocidad a Rancagua, donde lo estabilizaron y le dijeron que había tenido una baja de presión.

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Al día siguiente tras unos exámenes le dijeron que tenía cáncer. “Chucha que raro, porque yo soy Géminis”, le dijo al médico. Tras las bromas le preguntó qué tan grave era y cuánto tiempo le quedaba de vida. Le dijeron que el cáncer era nuevo y que había que operar. Le sacaron 40 centímetros de colon y dice que nunca sintió dolor u otro síntoma aparte del desmayo.

“¿Son 4 infartos y un cáncer, ha cambiado algo en ti o sigues viviendo la vida igual?”, le pregunta Martín.

“Igual. La verdad no veo por qué tengo que hacer cambios. Siempre he considerado que no hago cagadas como comer o tomar de manera exagerada. Yo donde la cago es con el cigarro y lo reconocí delante de todo el mundo. El médico me dijo que lo dejara y le dije que no iba a dejar de fumar. Yo voy a vivir la vida tal cual y no me las quiero dar de choro, de soberbio, de sobrado, ni de nada porque es estúpido y me van a considerar que soy estúpido (…) pero ya tengo 69 años. ¿Por qué me voy a restringir en algo? Si duro un año más, feliz”.

Y agrega, “no tengo tampoco ese amor acérrimo por la vida, yo ya creo que cumplí. Qué más lujo de haber educado durante 30 años con programas como Profesor Rossa, Maravillozoo, Sábado Gigantes Internacional, La Ley de la Selva, Entretemundo, muchos más. En donde enseñaba, enseñaba, enseñaba y, de un día para otro, termino contando chistes sin censura”.

Valentín Trujillo, su segundo padre

Luego de mostrarle a Martín un libro donde tiene anotado más de 300 chistes, y contarle cómo fue que terminó de panelista en Mentiras Verdaderas contando chistes sin censura -donde nadie lo criticó-, Iván Arenas habla de sus padres.

“Yo tengo una diferenciación de cariño con mi mamá y mi papá, fíjate que a pesar de todo y queriéndolos a los dos, yo le tomé un cariño enorme a mi mamá, era de un carácter más fuerte, más poderoso. Mi papá era un tipo humilde, de pocos estudios pero de un buen roce social, de mucho esfuerzo. Yo quise mucho a mi mamá pero yo creo que tuve un mayor valorización y cariño de mi padre”, aclara.

Tras esto, Arenas recuerda cuando conoció a quien considera como su otro padre, Valentín Trujillo. Dice que lo vio a lo lejos, cuando estaba en Canal 13 y que tras encontrarle un parecido a su padre, se acercó a saludarlo. Al poco tiempo trabajaron juntos y cuenta que el reconocido pianista no cobró nada el primer año.

“Él me agradeció muchas veces de que gracias al programa (El mundo del Profesor Rossa) él volvió a ser niño. Piensa tú que yo hacía los libretos y yo lo ponía con pañales a Valentín Trujillo, lo disfrazaba de indio, le tirábamos flechas, lo arrastrábamos por el piso y lo hice hasta tocar con los pies el piano. Es como mi papá, fue como un reemplazo de mi papá. Nosotros teníamos conversaciones muy lindas con el tío Valentín”, recuerda Arenas.

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El video prohibido

Antes de explicar qué fue lo que pasó con el famoso video donde el Profesor Rossa y Guru Guru intercambian una serie de garabatos. Iván Arenas explica que el nombre nace por la peluca rosada que tenía para interpretar al personaje. Dice que él se recibió de diseñador industrial y que tras sus estudios se fue a Estados Unidos a estudiar magia, “eso era lo que yo quería si es que alguna vez tuve que planificar algo, yo quería ser mago”.

Mientras Martín e Iván Arenas le dan la espalda a la cámara para ver el paisaje del lago Rapel, el Profesor Rossa confiesa: “Me trae recuerdos esta posición, esta fue la posición del lujo. Cuando yo estaba en Lonquimay, estábamos grabando, y yo le digo a Guru Guru, ‘me quiero dar un lujo’, él nunca pensó qué lujo me estaba dando yo, y es que me puse a mear. Y la cámara, tal cual como están ustedes, empezó a grabar. Pero yo no tenía idea que a mis espaldas estaban grabando, este fue un chiste que estábamos haciendo entre yo y Guru. Y en último caso empezamos, ‘me estai mojando las patas’ dijo Guru Guru, y qué te importa pájaro… y empezamos llenos de garabatos. Fue el primer video que se viralizó en Chile”.

Martín le muestra el video al Profesor y se ríen. “Quizás es bueno dejarle en claro a la gente que esto no estaba pensado, esto era una tontera que siempre hacíamos para nosotros, para relajarnos. Lo que pasó fue que lo asociaron de que por éste video a mí me hubiesen echado del canal y no tiene nada que ver, yo no llegué a un acuerdo económico en la época de Moulian”.

Y explica que, “cuando me di cuenta que no había nada que hacer, ¿a qué iba a ir? Yo me paseaba por el canal y me topaba con directivos, productores y nadie me decía nada, y bueno, el contrato era hasta fines de año así que me llamarán. Y no fui hasta fines de año, cuando fui a cobrar, y me dijeron: ‘¿y qué va a cobrar?’, mi plata acumulada, y es más, la pedí en billetes”.

Antes de terminar la conversación, Iván Arenas agarra un naipe de cartas y le presenta un truco de magia a Martín, quien queda sorprendido no solo por la magia, sino por la capacidad de asombro que sigue teniendo el mítico Profesor Rossa para enseñar y contar historias.

Este martes, Martín Cárcamo tendrá una íntima conversación con el doble medallista olímpico, Nicolás Massú.

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