Luego, con el cabello previamente limpio, se esparce con una brocha capilar por todo el largo del pelo, evitando las raíces.

Tras dejarlo actuar por 10 minutos, el producto se enjuaga y el cabello se estiliza de la forma usual.

 

“No hay nada milagroso”

Pese a que el producto promete reparar años de daño capilar, el dermatólogo de IntegraMédica, Héctor Fuenzalida, afirmó que no existe tal “milagro”.

“En primer lugar, hay que destacar que este tipo de productos son cosmetológicos, no dermatológicos, por lo que no requieren la autorización explícita del Instituto de Salud Pública, ni les exigen demostrar eficacia en la mejoría, ni seguridad del producto“, explicó.

En contraste, cuando se trata de un producto dermatológico, este sí debe demostrar científicamente que funciona.

Por lo tanto, el dermatólogo señala: “No hay nada milagroso. En este caso, como no son comprobados dermatológicamente, no hay un seguimiento para tener la certeza de que el producto realmente sirvió”.

 

Sumado a ello, tampoco hay forma de prever que pueda “presentar alguna reacción adversa -como dermatitis, alergia, picazón, heridas, infecciones, entre otras- o qué pudo haberla originado”.

Al respecto, el dermatólogo recomendó usar la ampolla como un complemento de la rutina de cuidado capilar usual y para mejorar la hidratación y sedosidad, pero “no como un medicamento que vaya a solucionar el problema de raíz”, concluyó.