Sin embargo, a los directivos no les pareció para nada gracioso y tomaron la decisión de despedirlas.
Todo se trató de un reto en el que las enfermeras deberían mencionar algunas de las cosas que más les molestan de las pacientes embarazadas y hacerlo en un tono cómico. Sin embargo, a las autoridades del Emory University Hospital Midtown, en Atlanta, Georgia, Estados Unidos, les pareció una falta de respeto a sus pacientes y para que se les quite “los chistosas”, ahora están desempleadas.