Los científicos chinos sugieren la creación de una red global de radares como LARID, lo que permitiría un monitoreo continuo de estos fenómenos. Este avance podría ayudar a mitigar los efectos de las interrupciones en las comunicaciones satelitales, la navegación y otros sistemas críticos para la infraestructura mundial.

Aunque el radar LARID tiene aplicaciones militares limitadas debido a su baja resolución para detectar aviones o buques de guerra, tecnologías similares ya se utilizan para detectar objetivos militares a larga distancia.

La detección de burbujas de plasma sobre las Pirámides de Egipto desde China no solo demuestra la creciente capacidad tecnológica de este país, sino que también abre nuevas posibilidades para la investigación espacial y la comprensión de los fenómenos atmosféricos.