En medio de intensas críticas, Laurent dio su renuncia en mayo de 2023 alegando que lo haría para enfocarse en su familia, sin embargo, un tribunal recientemente decidió que las acusaciones contra Nicolo Laurent eran infundadas, constató Tarreo.

 

Las acusaciones de la ex asistente ejecutiva, Sharon O’Donnell, incluían despido injustificado, horas extras no remuneradas, acusaciones de acoso sexual y comentarios sexistas por parte de Laurent, además de una oferta inapropiada para viajar en privado. O’Donnell exigía salarios perdidos, gastos médicos y daños y perjuicios, además de acusar a Riot de despedirla después de que se quejara con recursos humanos.

La demanda llegó en un momento en que Riot Games estaba bajo intensa crítica, ya que, anteriormente, en agosto de 2018, Kotaku publicó un informe que acusaba a Riot Games de tener una cultura sexista, comparándola con una fraternidad estudiantil. Este informe generó una respuesta inmediata, con la aparición de cartas abiertas, huelgas, demandas adicionales e investigaciones.

En un esfuerzo por abordar estas preocupaciones, Riot Games implementó seminarios exclusivos para mujeres y contrató a una profesora de Harvard para liderar cambios en la cultura empresarial, pero a pesar de estos esfuerzos, Riot Games permaneció bajo escrutinio intenso durante al menos un año después de estas revelaciones.