Asimismo, Meta desarrolló un dispositivo llamado Wireless Compute Puck, que funciona como unidad de procesamiento inalámbrica, así también se ahorraron el calentamiento de las gafas, ya que todo el trabajo se concentra en otra parte, que debe llevarse consigo al momento de usar los lentes. Pero al ser pequeño, no resulta incómodo.

“Elimina parte de la carga de las gafas, lo que permite una mayor duración de la batería y un mejor factor de forma con baja latencia. (…)Tiene dos procesadores, uno de ellos diseñado a medida en Meta, y proporciona la potencia de cálculo necesaria para el renderizado de gráficos de baja latencia, la IA y la percepción artificial adicional”, señala Meta.

Los lentes Orion además traen integrado al asistente Meta AI, que utiliza el modelo Llama (Large Language Model Meta) de aprendizaje y puede interactuar con los usuarios. Los lentes por ahora son un prototipo que utilizarán empleados de Meta y un grupo externo selecto de usuarios. Pero se lanzarán al mercado en los próximos años.

Unidad de procesamiento de los lentes de realidad aumentada de Meta
Meta

¿Orion reemplazará a los teléfonos?

De acuerdo con Meta, Orion llega para hacer más fácil el trabajo a los usuarios y busca “romper los límites” de una pantalla de smartphone, pero la duda es ¿se adecuarán los usuarios a un dispositivo como este?

Martie-Louise Verreynne, profesora de innovación y académica de la Universidad de Queensland, en Australia, analizó el dispositivo en un artículo de The Conversation. Allí, dijo que para sustituir a los teléfonos, Meta todavía tiene algunos desafíos.

Estos serían:

1. Facilidad de uso, colocación e integración de las gafas AR con otras gafas.
2. Aspectos fisiológicos como el calor que generan, la comodidad y el posible vértigo (por el uso prolongado).
3. Factores operativos como la duración de la batería, la seguridad de los datos y la calidad de la pantalla.
4. Factores psicológicos como la aceptación social, la confianza en la privacidad y la accesibilidad.

Sin embargo, no es nada que no haya ocurrido antes, plantea Verreynne. “Estos factores no son distintos a los que vimos en la década de 2000, cuando los teléfonos inteligentes ganaron aceptación“.

“Al igual que entonces, hay usuarios pioneros que verán más beneficios que riesgos en la adopción de gafas de realidad aumentada, lo que creará un nicho de mercado que se expandirá gradualmente. De manera similar a lo que hizo Apple con el iPhone, Meta tendrá que construir una plataforma digital y un ecosistema alrededor de Orion”, concluyó.