¿Qué tenía MANIAC de especial?
¿Qué hace de MANIAC una computadora tan singular como para situarla en el mismo eje del origen de la inteligencia artificial? No se trata de la computadora más potente, tampoco de la primera computadora. Es algo más.
El crédito de la creación de MANIAC hay que atribuírselo a Nicholas Constantine Metropolis, pero en el diseño hay una contribución muy importante por parte de Von Neumann.
MANIAC fue construida en 1952, pero sus bases de funcionamiento se crearon años antes, en 1945. Se trata de la arquitectura Princeton, también llamada arquitectura Von Neumann en reconocimiento a su creador.
Esta arquitectura aportaba una novedad muy importante sobre sus predecesoras, como puede ser la famosa ENIAC. Se trata de la posibilidad de almacenar programas en memoria, que serían leídos a partir de tarjetas perforadas.
Hasta entonces, los computadores (los pocos que había) requerían de cambios manuales para recibir nuevas instrucciones. Es decir, para cambiar las instrucciones los programadores debían cambiar cables y clavijas de sitio. Para poder dar instrucciones de funcionamiento a MANIAC, el programador las escribía en forma de tarjetas perforadas, que posteriormente introducía en la computadora.
Puede parecer un mero formalismo técnico, pero tiene implicaciones muy importantes. Con los cambios manuales de cables y clavijas, pasar de un programa a otro podía suponer semanas. Sin embargo, con los programas almacenados en memoria, en tarjetas, el proceso era mucho más ágil. Se podían ejecutar programas diferentes incluso el mismo día.
A pesar de su relevancia, MANIAC no fue la primera máquina en basarse en esta arquitectura. Von Neumann realizó el diseño en los trabajos de creación de EDVAC, que fue presentada en 1949. Incluso en 1948 se presentó SSEM, que se basaba en el mismo concepto.
Primera victoria en el ajedrez para una máquina
Hay que atribuirle a MANIAC un récord notable: en 1956 fue la primera computadora capaz de ganar una partida de ajedrez a una persona.
Los científicos de Los Álamos organizaron tres partidas de ajedrez para ponerla a prueba. La primera fue MANIAC contra MANIAC. La segunda fue MANIAC contra Martin Kruskal, que era matemático y físico de la Universidad de Princeton, además de un hábil jugador de ajedrez. La tercera fue MANIAC contra un anónimo que recibió un curso intensivo sobre conceptos básicos de ajedrez durante el lapso de una semana.
Es cierto que se trataba de una versión simplificada del juego (sin alfiles) y que MANIAC tardaba 20 minutos en emitir cada movimiento. También es cierto que la persona que jugó dicha partida apenas había aprendido a jugar una semana antes. Sin embargo, así se inició una batalla máquina-humano que, finalmente, concluyó con la victoria de Deep Blue sobre Kasparov 41 años después, en 1997. Esta vez, sin limitaciones.