Colaboración con la comunidad local

“El equidna de Attenborough de pico largo tiene espinas como los erizos, el hocico como el de un oso hormiguero y los pies de un topo.

Por su apariencia híbrida, comparte nombre con la criatura mítica griega que es medio humana y medio serpiente”, afirmó James Kempton, biólogo de la Universidad de Oxford.

Kempton indicó que la expedición ha sido posible gracias al contacto y colaboración durante años, con ayuda de la ONG local Yappenda, con la comunidad de Yongsu Sapari en la costa al norte de las montañas Cíclopes.

“Compartieron con nosotros el conocimiento para movernos por estas montañas traicioneras, e incluso nos permitieron explorar tierras que no habían sido pisadas antes por humanos”, precisó el biólogo.

Zagloso de Sir David
Wikimedia Commons

Exploración peligrosa

Los expedicionarios sufrieron las duras condiciones del terreno, la humedad, malaria y el peligro de los animales venenosos, al tiempo que un miembro del equipo se rompió el brazo y otro tuvo una sanguijuela en el ojo durante un día y medio.

“Aunque algunos llaman a las Cíclopes el ‘Infierno Verde’, yo creo que es un paisaje mágico, a la vez encantador y peligroso, como algo sacado de un libro de Tolkien”, dijo Kempton.

El zagloso tiene una significación especial para la comunidad de Yongsu Sapari, ya que cuando tenían conflictos entre dos grupos, en lugar de pelear uno de ellos partía en busca de este mamífero en la montaña y otro en busca de un pez marlín en el océano.

Los animales eran tan difíciles de atrapar que a veces pasaban décadas o incluso una generación y, una vez los encontraban, los ejemplares simbolizaban la paz.