Un estudio publicado en la revista The Astrophysical Journal, que detalla estas observaciones, señala que las variaciones que impulsan la formación de burbujas en la nebulosa de hidrógeno, no solo dan forma de guitarra a este inusual objeto.

De hecho, “también controlan los cambios en la cantidad de partículas que escapan hacia la derecha del púlsar, causando un brillo y un desvanecimiento sutiles del filamento de rayos X, como un soplete cósmico disparado desde la punta de la guitarra“.