La cláusula de Becas Chile que perjudica a los investigadores y convierte una beca en una deuda millonaria
Una cláusula del programa de Becas Chile, de ANID, se ha convertido en un problema para los investigadores chilenos beneficiados.
Esta normativa determina que la única forma de retribuir al país tras la beca es trabajando desde Chile, de lo contrario, los becarios enfrentan sanciones que implican devolver el dinero invertido, convirtiendo la beca en una deuda millonaria. A pesar de contribuir con proyectos beneficiosos desde afuera, el programa no reconoce estas acciones, forzando a los becarios a regresar y abandonar oportunidades valiosas.
Una cláusula del programa de Becas Chile para estudios en el extranjero, de la Agencia Nacional de Investigación y Desarrollo (ANID), se convirtió en un problema para los investigadores chilenos que han sido beneficiados por estos recursos. Se ven obligados a regresar al país muchas veces sin trabajo, dejando importantes investigaciones atrás y buscando empleos en campos que en Chile todavía ni siquiera existen.
Resulta que uno de los requisitos por cumplir para cerrar la beca, según el Decreto Supremo 664/2008 del Ministerio de Educación, es retribuir al país con la formación que se obtuvo en el extranjero mientras se recibió el financiamiento.
La única forma de hacerlo, es volver a Chile y permanecer en territorio nacional durante un periodo equivalente al doble de los años que dure la beca, la cantidad dependerá del grado académico que se obtuvo.
Si no se cumple, los becarios enfrentan una sanción que implica devolver todo el dinero invertido en su formación en el extranjero. La beca, entonces, se transforma en una deuda millonaria.
Muchos de los becarios en el extranjero, terminan involucrados en proyectos que igualmente son aportes para Chile. Sin embargo, no son considerados por ANID como una “retribución”, por lo que no les queda más opción que abandonar para evitar ser perseguidos como deudores.
BiobioChile conversó con Camila Novoa, geofísica de la Universidad de Concepción, que intenta resolver este dilema. Actualmente, está trabajando en un proyecto de la Universidad de Leeds, en Reino Unido, desarrollando herramientas de inteligencia artificial (IA) para alertas volcánicas.
La investigadora planeaba testear esta tecnología pionera en Chile y continuar trabajando desde el extranjero, pero antes de irse a Reino Unido, hizo un doctorado en la Universidad de Toulouse III, en Francia, financiada por Becas Chile. Ahora, si no regresa al país para el 2025 y abandona el proyecto, podrían emitirle una querella de justicia.
Becas Chile no reconoce toda la retribución
Camila llegó a donde está por “mérito académico”, dice, luego de especializarse en monitoreo satelital y modelación numérica, un elemento crucial para entrenar los modelos de IA. El proyecto en el que trabaja es financiado por el Consejo Europeo de Investigación (ERC) y comprende casi 2 millones de euros. La geofísica convenció a los investigadores de testear las herramientas en desarrollo, únicas en el mundo, en el Observatorio Volcanológico de los Andes del Sur (OVDAS), en Chile, pero todo eso podría perderse.
Una conexión como esa instalaría un nuevo campo en el país. “Luché harto para convencerlos, porque al ser un proyecto global, ellos no pensaban ni porsiacaso en Chile como un potencial lugar que podría servir. Les expliqué que en Chile lo necesitamos mucho, pero estamos lejos de hacer algo así, pues no tenemos el capital humano especializado en estas técnicas, ni los medios para tener los servidores que se necesitan para procesar los datos, ni los recursos para pagar las grandes cantidades de memoria necesarias para hacer el procesamiento de las imágenes satelitales, etc.“, explica.
Durante su doctorado, Novoa publicó 5 estudios científicos en revistas internacionales de alto impacto, con volcanes de Chile como objetos de estudio. Asimismo, junto a su grupo de investigación en Francia, colaboró con 3 universidades chilenas y 2 instituciones, el Centro Sismológico Nacional y el OVDAS.
“Estos últimos 7 años que llevo afuera, todo mi conocimiento lo he dirigido y concentrado en entender problemas globales, pero usando como caso de estudio Chile, porque lo necesitamos. Sin embargo, toda la retribución que he hecho y que hoy en día se hace tangible como un servicio gratuito para una institución pública nacional, ANID no lo reconoce como retribución“, plantea.
Los becarios tienen un periodo de gracia que varía entre 3 meses a 2 años en los que pueden permanecer en el extranjero tras completar la formación, excepto en el caso de un término de un doctorado con acuerdo bilateral, donde se puede extender hasta 4, pero proyectos como el de Novoa requieren varios años de investigación científica y desarrollo.
En tanto, Becas Chile no hace seguimiento del trabajo que están haciendo.
“Como no hay ningún instrumento que mida si hemos retribuido o no, nos sentencian a volver. Lo que es más preocupante para mí es que una vez que vuelves, te obligan a no salir de Chile por cuatro años si resides en regiones u ocho años si resides en Santiago. Y bueno, casi todo el trabajo está en Santiago, así que nos cortan las alas de todas las maneras posibles”, agrega Camila.
Una vez de vuelta, la única manera que ofrece el sistema de ANID para asegurar la estadía en Chile es presentar un reporte de la Policía de Investigaciones (PDI) cada 6 meses, que acredite que el becario no ha salido del país.
En el caso de Camila, “me piden que regrese en abril de 2025, en medio de la ejecución del proyecto. Ahora en noviembre vamos solo a la primera visita, que es básicamente entender que es lo que necesitan, para que nosotros podamos modificar nuestras herramientas de acuerdo a sus necesidades. Y luego volvemos y nos ponemos a trabajar para eso. En mi caso, esta inflexibilidad en la retribución, implica que me tengo que ir en medio de esta colaboración crucial, y es muy probable que entonces no se concrete, porque para hacer este tipo de conexiones se necesita una relación sólida de confianza entre las partes”.
Catalina Gaete, periodista y licenciada en comunicación social de la Universidad de Chile, se encuentra en una situación similar. Salió de Chile para especializarse con una beca de ANID y actualmente reside en España, pero hace clases en la Universidad Católica con modalidad online desde el 2021 e incluso fundó el medio La Pública Chile.
“Se puede suspender el retorno por algunas razones, por ejemplo, yo estoy suspendiendo retribución y por eso aún no he vuelto. Pero el problema es que es solo un alargue. Estoy obligada a retornar igual cuando se acabe el periodo. Puedes retornar unos años más tarde si sigues estudios superiores al tuyo, lo que significa que los postdoctorados no tienen posibilidad de suspender, porque ya alcanzaron el grado máximo”, explica.
¿Cuánta es la retribución desde el extranjero?
En agosto pasado, más de 1.000 becarios, académicos y organizaciones en apoyo firmaron una carta que fue enviada a La Moneda con el objetivo de que se optimice la retribución del programa Becas Chile, para que sea “efectiva, medible y retroactiva”.
Los investigadores no niegan que el aporte de la beca para sus carreras es indispensable y que el programa en estricto rigor es bueno, pero creen que pueden retribuir mejor si se flexibiliza esta cláusula.
“Una política pública de retribución efectiva, con residencia en el extranjero o en Chile, entregará oportunidades inéditas para el sistema nacional, pues lo dotará de nuevas redes de cooperación y oportunidades de financiamiento para la investigación del país”, expresan en el documento dirigido al presidente Gabriel Boric.
Para reafirmar sus argumentos, la Agrupación de Investigadores e Investigadoras de Becas Chile, hicieron una encuesta para demostrar qué tipo de retribuciones había. Los resultados encontraron más de 8.000 actividades de investigación y docencia realizadas desde el extranjero.
La encuesta contó con 645 respuestas, de las cuales 456 (70,7%) corresponden a personas residiendo en el extranjero y 178 (27,6%) a personas que residen en Chile (las once personas restantes (1,7%) tienen residencia desconocida). Estas respuestas equivalen a más del 10% de los becarios en el registro de ANID, por lo que la muestra sería representativa del total de investigadores con becas en el extranjero en 2024.
Con estos datos se logró cuantificar por primera vez los aportes de los becarios desde otros países del mundo, esparcidos en los 5 continentes. Se contabilizaron en total 2304 aportes en investigación, 2293 aportes en publicaciones, 1032 aportes a la Educación Superior en Chile, entre otros, sumando un total de 8946 actividades de retribución entre sólo 644 becarios.
La encuesta también demuestra el interés de los becarios de retribuir con su trabajo ya que casi el total de los encuestados (94,7%) ha realizado al menos una actividad de retribución al país sin tener obligación de hacerlo.
Las Becas Chile son recursos que vienen de los impuestos que pagan los ciudadanos, en este sentido un 20% de los encuestados se han adjudicado fondos extranjeros para hacer investigación en Chile o sobre temas relacionados con Chile, demostrando una manera efectiva de restituir los fondos invertidos en ellos.
“Entonces no se trata de un perjuicio para el becario o la becaria que tiene oportunidades en el extranjero y corre el riesgo de perderlo. Es un perjuicio para Chile en general, porque no se mide el impacto del programa“, aclara Gaete.
“Y ojo, no estamos pidiendo que se elimine la obligación de volver, sino que se flexibilice para quienes logran construir posibilidades de valor para Chile, o que se flexibilice la posibilidad de hacer cosas en modalidad online para quienes quieran y puedan. Pero en definitiva, que se haga seguimiento de lo que haces, estés en Chile o en el extranjero”, plantea.
¿Se puede cambiar la norma?
El programa Becas Chile ha recibido algunas modificaciones, pero el modo de retribución no ha sido actualizado desde que se creó en 2008, durante el primer gobierno de Michelle Bachelet. La Subsecretaría de Ciencia, Tecnología e Innovación, que está gestionando las mesas de diálogo sobre este tema, revisó la carta y todo indica que hay disposición a hacer cambios, pero estos no necesariamente serán retroactivos, lo que preocupa a los becarios que ahora están en el extranjero ad portas de tener que volver.
En declaraciones a BiobioChile, la subsecretaria Carolina Gainza dijo que “hoy el Ministerio de Ciencia junto a ANID están trabajando en realizar cambios al diseño del programa y actualizar algunos aspectos de éste, para modernizar el programa de capital humano avanzado adaptándolo a las necesidades de formación de personas para la investigación e innovación actuales y necesarias. En este proceso, nos hemos propuesto modificar algunos elementos esenciales, cambiando criterios en materia de diseño, adjudicación, seguimiento; reforzando los objetivos del programa desde sus inicios”.
“Uno de los mayores desafíos es mantener el programa vigente y coherente con las necesidades del país, contar con análisis internos para definir las áreas de focalización técnicamente justificadas y no sólo mirando el presente, sino también el futuro del CTCI (Sistema de Ciencia, Tecnología, Conocimiento e Innovación)”, explicó.
Desde la subsecretaría explican por qué el programa es tan tajante con el retorno del capital humano. “Recordemos que uno de los problemas de Chile, y de los países de la región en general, es el bajo número de investigadores por habitante que tenemos (1 por cada mil habitantes trabajando en el país, mientras el promedio de los países OCDE es de 9,2 por cada mil). Esto afecta desde la formación de claustros para crear programas de postgrado, la capacidad de generar conocimientos pertinentes a los desafíos país (litio, agricultura, escasez hídrica, inteligencia artificial, seguridad, entre otras), hasta la formación de empresas de base científico tecnológica que permiten avanzar hacia un desarrollo productivo sostenibleano”.
“Por esto, en la normativa actual la retribución considera el retorno al país, acorde a los objetivos planteados. Si bien valoramos las redes internacionales y el aporte que hacen los becarios en el extranjero, existe consenso entre los países de iberoamérica de que debemos evitar la fuga de cerebros y avanzar en generar mejores condiciones para la retribución y la inserción de investigadores en nuestros países. Que traigan toda esa riqueza generada en su formación en el extrajero a nuestro país. Los equipos del Ministerio y la Agencia Nacional de Investigación y Desarrollo (ANID) están trabajando en realizar cambios en este sentido para actualizar el instrumento a las necesidades presentes”, agregó.
Los cambios se conocerán en aproximadamente un año, pero no está claro si serán retroactivos o aplicarán únicamente para nuevos becarios. BiobioChile consultó en dos ocasiones a subsecretaría, pero no respondieron. Solo manifestaron que “las modificaciones normativas de estos decretos, que apuntan a una modernización del sistema de formación de capital humano avanzado, entrarán en vigencia luego de la total tramitación de estos actos administrativos, durante el 2025”.
“No lo quieren hacer retroactivo”, asegura Camila Novoa. “Si van a hacer algún cambio lo quieren hacer para las nuevas convocatorias y no para los ex becarios como yo. Esto implicaría que verían retribuciones para chile recién desde 2034, si pensamos que lo hacen efectivo desde 2026, por ejemplo, considerando los cuatro años de doctorado más los cuatro de periodo de gracia”.
Catalina Gaete, por su parte, menciona que “este es un problema que afecta a todos y todas las becarias”. De hecho, la cláusula mantiene un porcentaje —aunque pequeño en comparación a la cantidad de becas que se entregan— de becarios que ahora son deudores.
“A octubre de este año y de acuerdo a los registros de ANID, existen 89 becarios y becarias que están en estado de incumplimiento del beneficio. De ellos, 47 se encuentran en cobranza vía Tribunales (caso judicializado) y otras 42 se encuentran ya gestionadas o en proceso de iniciarse. Actualmente, ANID administra 1.275 becas en el extranjero y 4.779 si se consideran también las becas nacionales”, contabilizó la subsecretaria.
Cabe señalar que, el monto que tendrán que devolver los deudores no es menor, ya que la beca cubre pasajes, porcentajes de aranceles, estadía, seguro médico, entre otros beneficios. “Es una beca muy buena, eso es innegable, probablemente una de las mejores becas que existen a nivel global”, destaca Gaete.
Novoa agrega que si el cambio no fuera retroactivo, que eso todavía está en discusión, se estarían “perdiendo recursos del extranjero para resolver problemas en el país, a costo cero para Chile. Se pierde el puente que hacemos nosotros los que ya creamos una red internacional para que nuestros colegas en Chile, que están frustrados por la falta de recursos, puedan tener acceso a tecnologías soñadas o vengan a trabajar con grupos de prestigio mundial”.
Estas discusiones también han generado un mal juicio hacia los beneficiarios de Becas Chile, según explica la geofísica, “algunos políticos han insinuado que somos unos hijos de políticos, de alto nivel socioeconómico, que queremos quedarnos a vacacionar afuera. Yo soy de Concepción, estudie en un colegio subvencionado, hija de profesora de liceo municipal que se pensionó el mismo año que yo entre a la universidad, su pensión fue de 200 mil y mi arancel era de 300 mil mensuales. Me frustra tanto escuchar esos comentarios”.
“Yo en mis cuatro años de periodo de gracia que ‘puedo hacer lo que quiera’ me puse a trabajar en este proyecto y desde el día uno lo di todo para que Chile se beneficiara, ¡sin pensar nada a cambio! Absolutamente nada”, concluye.
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