Con estos datos se logró cuantificar por primera vez los aportes de los becarios desde otros países del mundo, esparcidos en los 5 continentes. Se contabilizaron en total 2304 aportes en investigación, 2293 aportes en publicaciones, 1032 aportes a la Educación Superior en Chile, entre otros, sumando un total de 8946 actividades de retribución entre sólo 644 becarios.

La encuesta también demuestra el interés de los becarios de retribuir con su trabajo ya que casi el total de los encuestados (94,7%) ha realizado al menos una actividad de retribución al país sin tener obligación de hacerlo.

Las Becas Chile son recursos que vienen de los impuestos que pagan los ciudadanos, en este sentido un 20% de los encuestados se han adjudicado fondos extranjeros para hacer investigación en Chile o sobre temas relacionados con Chile, demostrando una manera efectiva de restituir los fondos invertidos en ellos.

“Entonces no se trata de un perjuicio para el becario o la becaria que tiene oportunidades en el extranjero y corre el riesgo de perderlo. Es un perjuicio para Chile en general, porque no se mide el impacto del programa“, aclara Gaete.

“Y ojo, no estamos pidiendo que se elimine la obligación de volver, sino que se flexibilice para quienes logran construir posibilidades de valor para Chile, o que se flexibilice la posibilidad de hacer cosas en modalidad online para quienes quieran y puedan. Pero en definitiva, que se haga seguimiento de lo que haces, estés en Chile o en el extranjero”, plantea.

¿Se puede cambiar la norma?

El programa Becas Chile ha recibido algunas modificaciones, pero el modo de retribución no ha sido actualizado desde que se creó en 2008, durante el primer gobierno de Michelle Bachelet. La Subsecretaría de Ciencia, Tecnología e Innovación, que está gestionando las mesas de diálogo sobre este tema, revisó la carta y todo indica que hay disposición a hacer cambios, pero estos no necesariamente serán retroactivos, lo que preocupa a los becarios que ahora están en el extranjero ad portas de tener que volver.

En declaraciones a BiobioChile, la subsecretaria Carolina Gainza dijo que “hoy el Ministerio de Ciencia junto a ANID están trabajando en realizar cambios al diseño del programa y actualizar algunos aspectos de éste, para modernizar el programa de capital humano avanzado adaptándolo a las necesidades de formación de personas para la investigación e innovación actuales y necesarias. En este proceso, nos hemos propuesto modificar algunos elementos esenciales, cambiando criterios en materia de diseño, adjudicación, seguimiento; reforzando los objetivos del programa desde sus inicios”.

Uno de los mayores desafíos es mantener el programa vigente y coherente con las necesidades del país, contar con análisis internos para definir las áreas de focalización técnicamente justificadas y no sólo mirando el presente, sino también el futuro del CTCI (Sistema de Ciencia, Tecnología, Conocimiento e Innovación)”, explicó.

Desde la subsecretaría explican por qué el programa es tan tajante con el retorno del capital humano. “Recordemos que uno de los problemas de Chile, y de los países de la región en general, es el bajo número de investigadores por habitante que tenemos (1 por cada mil habitantes trabajando en el país, mientras el promedio de los países OCDE es de 9,2 por cada mil). Esto afecta desde la formación de claustros para crear programas de postgrado, la capacidad de generar conocimientos pertinentes a los desafíos país (litio, agricultura, escasez hídrica, inteligencia artificial, seguridad, entre otras), hasta la formación de empresas de base científico tecnológica que permiten avanzar hacia un desarrollo productivo sostenibleano”.

“Por esto, en la normativa actual la retribución considera el retorno al país, acorde a los objetivos planteados. Si bien valoramos las redes internacionales y el aporte que hacen los becarios en el extranjero, existe consenso entre los países de iberoamérica de que debemos evitar la fuga de cerebros y avanzar en generar mejores condiciones para la retribución y la inserción de investigadores en nuestros países. Que traigan toda esa riqueza generada en su formación en el extrajero a nuestro país. Los equipos del Ministerio y la Agencia Nacional de Investigación y Desarrollo (ANID) están trabajando en realizar cambios en este sentido para actualizar el instrumento a las necesidades presentes”, agregó.

Los cambios se conocerán en aproximadamente un año, pero no está claro si serán retroactivos o aplicarán únicamente para nuevos becarios. BiobioChile consultó en dos ocasiones a subsecretaría, pero no respondieron. Solo manifestaron que “las modificaciones normativas de estos decretos, que apuntan a una modernización del sistema de formación de capital humano avanzado, entrarán en vigencia luego de la total tramitación de estos actos administrativos, durante el 2025”.

“No lo quieren hacer retroactivo”, asegura Camila Novoa. “Si van a hacer algún cambio lo quieren hacer para las nuevas convocatorias y no para los ex becarios como yo. Esto implicaría que verían retribuciones para chile recién desde 2034, si pensamos que lo hacen efectivo desde 2026, por ejemplo, considerando los cuatro años de doctorado más los cuatro de periodo de gracia”.

Catalina Gaete, por su parte, menciona que “este es un problema que afecta a todos y todas las becarias”. De hecho, la cláusula mantiene un porcentaje —aunque pequeño en comparación a la cantidad de becas que se entregan— de becarios que ahora son deudores.

 

“A octubre de este año y de acuerdo a los registros de ANID, existen 89 becarios y becarias que están en estado de incumplimiento del beneficio. De ellos, 47 se encuentran en cobranza vía Tribunales (caso judicializado) y otras 42 se encuentran ya gestionadas o en proceso de iniciarse. Actualmente, ANID administra 1.275 becas en el extranjero y 4.779 si se consideran también las becas nacionales”, contabilizó la subsecretaria.

Cabe señalar que, el monto que tendrán que devolver los deudores no es menor, ya que la beca cubre pasajes, porcentajes de aranceles, estadía, seguro médico, entre otros beneficios. “Es una beca muy buena, eso es innegable, probablemente una de las mejores becas que existen a nivel global”, destaca Gaete.

Novoa agrega que si el cambio no fuera retroactivo, que eso todavía está en discusión, se estarían “perdiendo recursos del extranjero para resolver problemas en el país, a costo cero para Chile. Se pierde el puente que hacemos nosotros los que ya creamos una red internacional para que nuestros colegas en Chile, que están frustrados por la falta de recursos, puedan tener acceso a tecnologías soñadas o vengan a trabajar con grupos de prestigio mundial”.

Estas discusiones también han generado un mal juicio hacia los beneficiarios de Becas Chile, según explica la geofísica, “algunos políticos han insinuado que somos unos hijos de políticos, de alto nivel socioeconómico, que queremos quedarnos a vacacionar afuera. Yo soy de Concepción, estudie en un colegio subvencionado, hija de profesora de liceo municipal que se pensionó el mismo año que yo entre a la universidad, su pensión fue de 200 mil y mi arancel era de 300 mil mensuales. Me frustra tanto escuchar esos comentarios”.

“Yo en mis cuatro años de periodo de gracia que ‘puedo hacer lo que quiera’ me puse a trabajar en este proyecto y desde el día uno lo di todo para que Chile se beneficiara, ¡sin pensar nada a cambio! Absolutamente nada”, concluye.