Un satélite de madera y biodegradable

Para decidir qué madera utilizar, los científicos enviaron tres muestras de madera (magnolia, cerezo o abedul) a la ISS para que se guardaran en un módulo expuesto al espacio. Los investigadores se decidieron por la magnolia porque es menos probable que se parta o rompa durante la fabricación.

Más de 9.300 toneladas (8.440 toneladas métricas) de objetos espaciales, incluida basura espacial como satélites inoperativos y trozos de etapas de cohetes gastadas, orbitan actualmente la Tierra.

Los metales brillantes de los que están hechos, como el titanio liviano y el aluminio, aumentan el brillo general del cielo nocturno en más de un 10% en grandes partes del planeta, creando contaminación lumínica ambiental que hace que los fenómenos espaciales distantes sean más difíciles de detectar.

Las naves espaciales hechas de metal también son caras y representan una amenaza para la ISS, otras naves espaciales que transportan humanos y, si son lo suficientemente grandes para sobrevivir al reingreso, también para la gente de la Tierra. Según los investigadores, los satélites de madera como LignoSat deberían ser, en teoría, menos dañinos que la basura espacial.