Aunque actualmente se observan algunas anomalías en el campo magnético terrestre, como su debilitamiento sobre el océano Atlántico. Los investigadores sugieren que no están necesariamente relacionadas con una inminente inversión.

Sin embargo, la anomalía del Atlántico Sur está exponiendo a los satélites de la zona a mayores niveles de radiación, lo que subraya la importancia de comprender estos fenómenos.

La misión Swarm de la ESA continúa monitoreando las señales magnéticas de nuestro planeta desde 2013, midiendo datos del núcleo hasta la magnetosfera, en un esfuerzo por comprender mejor estos fenómenos y poder predecir futuras fluctuaciones que podrían afectar nuestro entorno y sistemas terrestres.