Por otro lado, recientemente, notó que, en el campus, las cabras se lanzaron con ansia a comer una planta conocida como ‘beldroega‘, presente en toda Santa Bárbara y que tiene un alto contenido de agua.
“Esa planta pudo ser una de sus estrategias de supervivencia”, manifiesta el científico.
Otro aspecto llamativo es que con frecuencia tienen “partos gemelares”, lo que denota que estaban “bien nutridas y adaptadas”.
Un traslado necesario para preservar la isla
No obstante, lo cierto es que la presencia de estos mamíferos rumiantes provocaba un gran impacto ambiental en Santa Bárbara, isla bajo jurisdicción de la Marina.
La remoción de los caprinos era una vieja demanda del Instituto Chico Mendes de Conservación de la Biodiversidad (ICMBio), que administra el Parque Nacional Marino de Abrolhos, del que forman parte las otras cuatro islas.
Erismar Rocha, jefe del parque, indica a EFE que su presencia erosionaba el terreno y ponía en peligro los procesos reproductivos de aves marinas endémicas de gran valor que anidan en el suelo ante la ausencia de árboles.

Así, en 2023, intensificaron el diálogo con la Marina, y en 2024 lo dedicaron a elaborar el plan para su transferencia. Las capturaron en tres tandas. Participaron hasta 35 personas.
La última expedición fue el mes pasado y sirvió para atrapar a la última de las 27, a la que bautizaron como María.
Supervivencia
“Creemos que desarrollaron talentos únicos para sobrevivir. Si no se hubiera controlado su población, habrían tomado toda la isla y se habrían autodestruido”, apunta Rocha.
Jessyca Teixeira, investigadora especializada en especies exóticas, elaboró todo el plan de traslado y celebra que haya sido un éxito, pues normalmente este tipo de situaciones acaba con el sacrificio de los animales.
Su supervivencia no será en vano. Servirá para descifrar su extrema resiliencia, que podría dar inicio a una nueva estirpe de cabras ideales para lugares áridos, como el noreste brasileño, o mejor adaptadas para enfrentar el cambio climático.
Teixeira no descarta incluso que estén ante “una nueva raza” de cabras. Por si acaso, ya propone un nombre: “Raza Abrolhos”.