Covid-19: la historia de la jueza de Policía Local que desató una cuarentena en su tribunal

La magistrada Carmen Bueno ordenó que una funcionaria -perteneciente al grupo de alto riesgo por edad y enfermedad de base- volviera a trabajar al juzgado para terminar el informe que mensualmente se entrega a la Corte de Santiago. La mujer le indicó que estaba resfriada cuando recibió el llamado, pero poco pudo hacer."


Cerca de 40 años lleva Ximena Lanas trabajando como funcionaria en el Primer Juzgado de Policía Local de Ñuñoa. Tiene 61 años, problemas de salud pulmonar y por extensión es parte de la población de alto riesgo. En ese contexto desde el 19 de marzo estaba en modalidad de teletrabajo, usando el computador que se llevó desde el tribunal para estar debidamente conectada.

Sin embargo, contra toda lógica, la magistrada Carmen Bueno le ordenó -el 14 de abril- que debía volver a la oficina y preparar el informe de causas que mensualmente es enviado a la Corte de Apelaciones de Santiago.

“Yo traté de decirle que no. Le dije magistrado, yo estoy resfriada. Y me dice vaya bien arropadita. Y qué le iba a decir, no soy jefa, no soy nada. Yo soy de alto riesgo y no debiera haberme exigido que fuera. Pero me dijo ¿quién va a ver su estado? (de causas). Entonces dije ya, voy no más y lo hago de una patada y listo y me olvido. Yo no podía hacer nada, absolutamente nada”, explicó en conversación con la Unidad de Investigación de Radio Bío Bío.

La mujer tomó un taxi desde su hogar para llegar al Edificio de Servicios Públicos (ESP) de la Municipalidad de Ñuñoa que se ubica en Pedro de Valdivia a metros de Irarrázaval. Es una construcción de cuatro pisos, donde además del primer y segundo tribunal comunal, funciona la sección finanzas y las direcciones de Tránsito, Desarrollo Comunitario y Medioambiente. El ascensor hace meses está averiado, así que todos los empleados suben y bajan por las escaleras, sin distinción de edad .

Ximena Lanas, llegó la mañana del 15 de abril con su computadora y un guardia le ayudó a subirla hasta el cuarto piso. Tuvo contacto con varios colegas, entre ellos, el encargado de informática que conectó el aparato a la red. En la oficina, en todo caso, dijo Lanas, “habían hartas personas”, ya que la jueza Bueno ordenó que fueran para así terminar el informe mensual que sería enviado al tribunal de alzada capitalino.

De improviso, comenzaron los síntomas. “Fue una cosa explosiva, comencé con tercianas estando en el tribunal, me dolía todo y ahí me dijo váyase entonces”, recordó.

Para llegar a su domicilio tomó un taxi. Siguió con las mismas molestias hasta que fue llevada a la clínica por su hija. El primer examen arrojó negativo, pero a las pocas horas le informaron que el coronavirus había entrado en su cuerpo.

“Llegué a la clínica. Me hicieron una batería de exámenes y sale soy positiva y le informé a la magistrada la madrugada del 17 de abril, con copia al secretario, a la secretaria subrogante y obviamente a mis compañeros para que tomaran los resguardos”, continúa.

La enfermedad de Lanas comenzó a correr de boca en boca. Primero como un rumor que poco a poco se hizo realidad. Un mail de la Dirección de Personas a las 13.34 horas fue enviado a los funcionarios que tuvieron contacto con Ximena Lanas, informándoles que debían cumplir la cuarentena obligatoria.

En los hechos, el protocolo se había cumplido, aunque de forma tardía y entre empleados del Juzgado de Policía Local existe preocupación y una profunda molestia con la jueza Bueno, ya que con su decisión de llamar a una funcionaria de alto riesgo y que además dio positivo, los puso a todos en riesgo. Por ahora, confidencian, nadie sabe quién puede ser el próximo a quién ataque el virus que hasta ayer sumaba a nivel nacional 10.832 contagiados y 147decesos.

Mensaje


El administrador municipal, Juan Pablo Flores, tardó varias horas antes de informar el caso a los concejales y cuando lo hizo eran cerca de las 17.00 del viernes 17 de abril. Transversalmente fueron enterándose a cuentagotas, hasta que recibieron el whatsapp de Juan Pablo Flores.

La decisión adoptada por la jueza Bueno para varios concejales era inexplicable, debido a que el Poder Judicial -de quien depende disciplinariamente- entregó un protocolo para enfrentar la pandemia, dando especial énfasis al teletrabajo y así proteger a las personas que integran el grupo de alto riesgo.

El concejal RN Guido Benavides tomó cartas en el asunto y el sábado 18 de abril a las 14:08 horas, envió un filoso mail al alcalde Andrés Zarhi, pidiéndole explicaciones e información.

“¿Por qué la funcionaria (…) que pertenece a población de riesgo, se le hacía concurrir a trabajar presencialmente, arriesgando gratuitamente su salud y la de sus compañeros de trabajo?”, preguntó en un correo electrónico que contiene otras cinco preguntas al que accedió la Unidad de Investigación de Radio Bío Bío.

Benavides explicó que efectivamente la situación es al menos anómala y espera que el alcalde responda sus inquietudes, lo que hasta el cierre de esta edición no ha ocurrido.

Su colega en el concejo, la PPD Patricia Hidalgo opinió: “Una vez más queda en evidencia la improvisación y desorden de la Administración que dirige Andrés Zarhi. Hubo protocolos y órdenes de servicio que no se cumplieron; exponiendo a trabajadores y usuarios a un espacio contaminado”.

Aún no me cabe en la cabeza que hayan hecho trabajar a una funcionaria que era de grupo de riesgo. La salud y la vida debería ser el motor de quienes dirigen el municipio, hoy con Ximenita, han vuelto a fracasar, lo bueno que pude hablar con ella y está bien en su hogar, con energía positiva ganándole la pelea al coronavirus”, concluyó.

En la casa edilicia se explicó que, apenas se enteraron del caso, se adoptaron todas las medidas sanitarias ordenadas por la autoridad.

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