En agosto del año pasado se viralizó un dramático registro. Jacob Blake, afroamericano oriundo de la ciudad estadounidense de Kenosha, en Wisconsin, fue grabado mientras un policía le disparaba en varias oportunidades por la espalda. Todo esto, en medio del ambiente tenso por el asesinato de George Floyd y el movimiento Black Lives Matter. “No quería morir”, dice ahora el hombre, que entrega detalles de ese momento.
En conversación con el presentador de ‘GMA’ Michael Strahan, según recoge el portal TMZ, entregó su versión indicando que “me resistí a que me golpearan. Lo que quiero decir con eso es no caer, no dejar que pongan la cabeza en mi cuello”.
Recordemos que Floyd, quien resultó muerto en Fayetteville, Carolina del Norte, había sido detenido por personal policial y luego puesto en el suelo, mientras un funcionario presionaba su cuello con la rodilla. “No puedo respirar”, decía el hombre según registros que dieron la vuelta al mundo.
“Eso es todo lo que estaba pensando”, confesó Blake, quien estaba acompañado de sus hijos en el momento del incidente.
El video, grabado desde un teléfono móvil, muestra cómo es seguido por dos policías con armas, mientras intenta subirse al frente de una camioneta gris.
Cuando abre la puerta e intenta llegar al asiento del conductor, uno de los oficiales le toma por la camiseta y pareciera dispararle varias veces por la espalda. Se escuchan cerca de 7 disparos, aunque no queda claro si más de un policía disparó en ese momento.
“Dije ‘Papi te ama pase lo que pase’. Pensé que iba a ser lo último que les diría. Gracias a Dios que no fue así. No quería ser el próximo George Floyd. No quería morir”, sostuvo Blake en el programa.
Un mes después del ataque, en septiembre, el afroamericano dijo en un video publicado por su abogado Ben Crump que los policías “te pueden quitar la vida así [chasquido de dedos], amigo, y no solo tu vida, tus piernas – algo que necesitas para moverte y continuar la vida”.
“Veinticuatro horas, las 24 horas tengo dolor, sólo dolor”, sostuvo. “Duele respirar, duele dormir, duele cuando te das la vuelta, duele al comer”, dice en el vídeo.
Los policías involucrados, identificados como Vincent Arenas y Brittany Meronek, no serán inculpados bajo ningún cargo según el fiscal local Michael Graveley, que investigó la causa.
