Con cerca de 15 millones de habitantes, un tercio de la población argentina, el área metropolitana de Buenos Aires, concentra el 85% de los casos del país, lo que muestra un lento desplazamiento de los contagios a algunas provincias.
Desde el inicio de la pandemia en marzo pasado, la capital y su periferia concentraban más del 90% de los enfermos, pero en las últimas semanas aparecieron focos importantes en provincias como Jujuy (norte), Córdoba (centro), Mendoza (oeste) y Santa Fe (centro-este).
“La tendencia de expansión del virus es similar a la que se vivió en otros países de mundo, en el que el origen se dio en las ciudades capitales, con mayor densidad poblacional, y luego se diseminó al resto del territorio”, afirmó el gobernador de la provincia de Buenos Aires, Axel Kicillof, en teleconferencia con los intendentes bonaerenses.
Ocupación
Las camas de terapia intensiva están ocupadas en un 58,1% a nivel nacional y en 66,7% en el área metropolitana de Buenos Aires, precisó el parte del Ministerio de Salud.
La población de Argentina está bajo confinamiento desde el 20 de marzo, con medidas que se fueron flexibilizando aunque con marchas y contramarchas según las zonas afectadas.
En la provincia de San Juan (oeste), la única que ante la ausencia de casos había reanudado a principio de agosto las clases presenciales en las escuelas, dio marcha atrás y volvió a la fase más estricta del confinamiento la semana pasada tras la aparición de un brote en una ciudad.
Protesta
Más allá de que la curva de contagios se mantiene alta, por arriba de los mil casos diarios en la ciudad de Buenos Aires gran parte de las actividades comerciales fueron abriéndose con protocolos, no así las escuelas y universidades ni bares y restaurantes que solo pueden ofrecer comida para llevar.
Pese a la ola de contagios, la semana pasada miles de personas se manifestaron en la calle contra la cuarentena, en una protesta alentada por referentes de la oposición al gobierno de Alberto Fernández.
